John guardó silencio, sus pensamientos se profundizaron, antes de comentar secamente:
—Haré que uno de mi personal se comunique con usted al respecto.
—Está bien—, reconoció Liam y luego añadió después de una breve pausa:
—Tío Stockton, tengo un candidato en mente que podría encargarse del proyecto por ti.
Sospechosamente, John preguntó:
—¿Quién será?
Liam sugirió:
—Látigo.
John permaneció en silencio, contemplando la propuesta.
Mientras tanto, mientras Sherry estaba sentada con él en el auto camino a casa, notó la expresión peculiar en su rostro. Volviéndose hacia él, perpleja, le preguntó:
—¿Qué te pasa?
John sonrió, evidentemente divertido por la sugerencia, y le indicó a Sherry que le explicaría después de la llamada. Luego le respondió a Liam:
—Claro.
Ya era hora de que su hija asumiera alguna responsabilidad en el negocio familiar. A pesar de sospechar que Liam tenía motivos ocultos, Caprice tuvo la oportunidad de adquirir una experien