Diez meses atrás.
En la mansión de la familia Remington, Hans bajó las escaleras con una bandeja donde llevaba los platos de comida. Megan lo esperó abajo en el rellano y le dijo:
—¿Mi hermano comió algo?
—No señora, la comida se enfrió, ordenó que la retirara.
—Jeremy no puede continuar así. —Subió las escaleras y fue a la habitación de Jeremy, llamó a la puerta, pero él no contestó, ella entró de todos modos, la habitación estaba oscura, solo se colaba algunos rayos de luz a través de las persianas, Jeremy estaba sentado en el suelo recostado a un lado de la cama y tenía una botella de licor en la mano.
—¿Ya estás bebiendo otra vez? —él respondió en mal tono:
—¿Y qué? ¿A quién demonios le importa?
—A mí me importa, y a Bridget.
—Déjame en paz.
—¿En serio vas a destruir tu vida por ella?
—Sí, la voy a destruir, voy a beber licor hasta morirme.
—Te has vuelto tan dramático. Mejor deberías reconciliarte con Bridget y recuperar tu vida, ya todos están enterados de l