Con paso firme, camino hacia el hombre que no nota mi presencia, porque esta tan concentrado en su teléfono, que no se fija en lo que hay a su alrededor. Pero, poco tiempo tarda observando su teléfono cuando uno de sus hombres me habla con suficiente fuerza para llamar su atención.
— ¡Señora Volkova! — grita uno de ellos.Mi mirada se torna fría y es esa la que choca con Ryan cuando levanta su mirada en dirección mía. Con molestia, miro hacia el hombre que delató mi presencia y este retrocede con temor.— S-señora…— Me alegra mucho que Ryan tenga personas tan competentes a su lado, sigan actuando así. cúbranse entre ustedes, que yo también jugaré así de sucio. — digo con frialdad.— ¿Sucede algo? — pregunta la enfermera.— No, es solo que somos viejos conocidos y han querido hacerme una br