Por la mañana Alejandro despertó y Scarlet ya no estaba en el camarote. Había salido temprano a caminar por la playa. Quería percibir al menos un poco de libertad. Cuando regresó él estaba desayunando, con un tono áspero le dijo:
—Te demoraste en regresar, por eso debí comenzar a desayunar solo.
—Lo siento, creí que dormirías un poco más.
Ella se sentó a comer, después él le dijo:
—Me llegó la invitación al brindis de fin de año del ramo inmobiliario en México; es la primera vez que asistiré como el presidente del grupo Alcázar, y todos quieren conocerte, entonces quiero que me acompañes. Solo que allí estará Rodrigo Salvatierra y no sé si tengas algún inconveniente con eso.
Él lo preguntó para ob