Arturo y Liam emprendieron su viaje a Oxford y de inmediato comenzaron a pasar juntos el tiempo. Ellos llegaron al atardecer a una casa campestre en Baja-Engadina. En la noche comenzó a caer la temperatura y entre los dos encendieron la chimenea, y Arturo preparó para la cena una rica pasta italiana.
—Papá no sabía que sabías cocinar
—Aprendí en la universidad, mi primo Carlos me enseñó, ya sabes, su padre es italiano, y hace unos platos deliciosos. Aunque también se preparar comida francesa, mañana te prepararé un sándwich monte cristo.
—La pasta está deliciosa papá, gracias.
Después de la cena ellos jugaron damas y se fueron a dormir. Al día siguiente fueron al hermoso pueblo de compras.
—¿Te gusta este lugar?
—Sí papá.
—Ros