Cuando los chicos llegaron a la mansión, Franco estaba con el bebé en brazos, los chicos vieron a una chica desconocida a su lado y arrugaron su ceño. Caminaron hasta ellos y Franco miró a Mariano, quién le miraba, con una mirada que Franco entendió.
—Ella es Sabrina, la chica cuidaba al bambino, también fue secuestrada. — explicó el rubio.
—¿Qué años tienes? — preguntó Mariano, mirando a la muchacha.
—20 años. — respondió, los chicos abrieron sus ojos como platos.
—Si es una niña. — dijo Orlando. — ¿Cuánto tiempo llevabas secuestrada?
—3 años, mis padres me creen muerta. — unas lágrimas salían de sus ojos.
—¿De dónde eres? — preguntó está vez Maurizio.
—De Capri. — limpió sus lágrimas.
—No estás muy lejos de casa, prometo llevarte de nuevo con ellos. — la chica asintió emocionada. —¿No has despertado a Giovanni? — Franco negó.
—No voy a entrar a una habitación privada. — exclamó.
—Voy a despertarle. — salió del salón para ir a donde estaba su hermano.
Llamó a la puerta, pero nadie