Más tarde, aseada y después de dormir por un rato, fue en busca de Baski. La encontró en el bosque con Remeta, recogiendo hierbas medicinales en una cesta.
Caminaron todas juntas hasta el palacio y volvieron a la habitación de Baski. La anciana estaba lívida y preocupada, pero Danika se adelantó a explicarle lo sucedido en la Habitación del Rey.
Le explicó su razonamiento, saltándose los recuerdos íntimos que hizo con el rey. Esos eran privados y solo para que ella los atesorara.
Le contó a Baski sobre la forma en que estaba tan hundido en su pasado, que casi perdió la cordura con ella. Cómo estuvo a punto de decirle que estaba embarazada y su respuesta a eso.
“Oh, querida…”. La anciana se palmeó su propia frente arrugada: “Me alegro de que te hayas retractado cuando lo hiciste, no quiero ni imaginar lo que te habría pasado si se lo hubieras contado y se hubiera tomado mal la noticia. Realmente cree que no puede tener un hijo y no podemos culparlo”.
“Tienes razón. Simplemente