En la universidad, Jesse fue con sus compañeros de clases a observar el partido de básquetbol donde jugaría Ariel.
Con mucho esfuerzo, el entrenador del equipo, convenció al jefe de carrera de medicina para que liberara por ese día a su jugador estrella, por suerte lo encontró de buen ánimo y le dio autorización.
Ariel se movía con gran agilidad y ya había orquestado varias jugadas que facilitaron anotaciones para su equipo.
Durante los breves descansos, Ariel miraba hacia el público buscando a su novia, apenas le distinguió le hizo gestos con los brazos y le dedicó una sonrisa.
- ¿ Jesse, ya no te llevas mal con el ayudante de medicina?- le preguntaron sus compañeros.
- No, en verdad, fue un mal entendido, conversamos un día y me explicó que él es estricto.-
- Nunca le había visto tan espont&aacu