No sé el tiempo que llevo aquí, primero la oscuridad, después la luz y más tarde la unión de mi loba blanca a mi propio ser.
Pero si ya lo he hecho todo bien porque sigo aquí, porque no soy capaz de avanzar, porque no obtengo una señal.
Los minutos, las horas y quizás los días pasan aquí... Cierro los ojos y al abrirlos de nuevo me encuentro en un lugar diferente.
Estoy en un prado, a mi espalda se puede ver un gran bosque. Un gran lago de aguas transparentes se representa ante mis ojos.
Me acerco de manera cautelosa, me agacho e introduzco un poco mi mano. El agua es cálida al igual que la temperatura aquí.
Una sensación de paz me embarga, me siento junto a la orilla y miro mis pies descalzos, pienso en si debo introducirlos en el agua o quedarme tal cual estoy.
No tengo tiempo para decidirme ya que una voz muy dulce habla a mi espalda.
Me volteo y veo a la pareja de mis imágenes, creo que son mis padres. Me levanto del suelo y me quedo parada observándolos, en sile