Al escuchar el nombre "Lorenzo", Marisela apretó los labios y su expresión empeoró aún más.
Esto era peor que si fuera Ulises.
—¿Puedo no ir? —preguntó Marisela.
—Lo siento Marisela, la otra parte insiste específicamente en que tú vayas a hablar, si no, no procederá con el siguiente paso —suspiró Manuel.
—El Grupo Cárdenas nos está ofreciendo el proyecto de mantenimiento de seguridad de su subsidiaria, es un negocio considerable...
—No tienes que decir nada, nosotros también te acompañaremos, no te dejaremos sola con él, ¿está bien?
Escuchando las palabras del director, Marisela bajó la cabeza sin hablar.
Como empleada, por supuesto tenía que pensar en la empresa, además Matías también había sufrido el ataque de Lorenzo por su culpa, la empresa casi había sido adquirida, así que por supuesto tenía que compensar algo.
Era pleno día, y además en territorio de Tec Prosperidad, con otras personas presentes, Lorenzo no se atrevería a ponerle las manos encima o secuestrarla, ¿verdad?
Sopesan