Ante la respuesta, María Angélica no pudo evitar asustarse y responder -No la quiero para nada cerca de mí, papá, por favor.-
-No te asustes, no permitiré que te haga nada.- La abraza con cuidado y se vuelve a limpiar la cara para no llorar más.
-Tranquila hija, nada de eso va a suceder.- Va y las abraza despacio evitando causarle dolor a Andrea que ya bastante maltratada estaba después de haber peleado.
-Amor, ¿puedo pedirte una cosa?- Pregunta Jesús de rodillas en el sillón frente a ella.
-Dime amor. Auch… Mi vida, sé que me estás ayudando, despacito porque duele.- Se medio voltea para ver a Jesús. -¿Qué pasó mi amor?-
-¿Tú serías capaz de ponerle el apellido a mi pequeña?- Pregunta de manera tímida para su esposa.
-Ehhh… ¿En serio me estás pidiendo esto? ¿María Angélica no debería opinar también?-
-Ay mamá, yo en realidad estaría encantada de poder tener tu apellido. Realmente no quiero nada que ver con esta señora nuevamente, ni que se acerque a mí y mucho menos a ustedes. Menos m