Arley Davis por primera vez se sentía nervioso. No estaba preparado para ver a su madre y mucho menos hablarle.
Pero a pesar de eso sus pies se movían hacia ella.Su pecho se sentía cada vez más hondo por las respiraciones tan fuertes que daba y en un abrir y cerrar de ojos estaba frente a ella.—Mamá— susurró mientras apretaba sus manos. Su hermana sonrió ampliamente y aquella bella mujer que llevaba años sin ver se giró a verlo. Las lágrimas se arrastraron por sus mejillas y ambos rieron para darse un fuerte abrazo.El aroma de rosas que siempre emanaba su madre, en ese momento lo hizo recordar su infancia y la tragedia de su familia, una especie de sentimiento nostálgico los cubrió a ambos.—Me alegra verte cariño— Arley limpio el rostro de su madre y le dió un beso en su suave mejilla.—A mí igual mamá—