XVI. Solo te necesito a tí para sanarme
Oliver quería decirle a Valerie que no se preocupara, que esta crisis pasaría pronto. Pero las náuseas y el mareo al punto del desmayo no lo dejaban casi ni hablar.
Nunca había tenido una crisis tan fuerte y lo más probable fuera que su condición médica hubiese empeorado.
- Cálmate Vale, necesito que me ayudes a llegar a la cama, estoy completamente mareado- le susurró a Valeria, poniendo con esfuerzo, la mano en su rostro y tratando de calmarla, porque estaba totalmente asustada.
Valeria asintió al borde las lágrimas. De repente recordó lo que le había sucedido a su padre hace poco y pensó que a Oliver, le estaba pasando algo similar.
Pero al parecer era dolor de estómago, porque no dejaba de pasarse las manos por ese sitio, así que se obligó a calmarse y a ser de ayuda, porque obviamente llorando no conseguiría nada.
Pasó el brazo de Oliver por su cuello y lo ayudó a levantarse. Agradeció en estos momentos su cuerpo robusto, porque a pesar de que Oliver era un hombre esbelto, es