La mañana siguiente Amaliet se despertó por los gritos incesantes de un bebe, miro la hora dándose cuenta que eran las seis de la mañana molesta cubrió su cabeza con una almohada y cerró los ojos pero era imposible ignorar los gritos pero le fue imposible cansada del ruido decidió levantarse de la cama y salir a ver que estaba pasando con los lamentos del bebe camino por los pasillos hasta llegar a una habitación la puerta estaba abierta y dentro había una mujer con un bebe de tres meses que lloraba como si su vida de pendiera de ellos
-¿Qué pasa con ese bebe que llora tanto?
Se quejó mirando a la mujer frente a ella, por el uniforme que traía puesto supuso era la niñera
-no lo sé ya revise su pañal y está seco también le di de comer pero sigue alterada
Contesto la niñera tratando de calmar a la pequeña, Amaliet se acercó a la bebe y extendió su mano
-dámela
La mujer la miraba con duda no quería tener problemas
-confía en mí se cuidar de un bebe
La mujer no muy convencida le pasó a