Ariane
- Puedes decir lo que quieras, no tengo intención de dormir contigo, ni hoy ni mañana. ¿Dónde están mis maletas?
- Te las voy a mostrar, sígueme.
Lo sigo hasta una puerta cerrada, la abre y me hace entrar, es magnífica y muy grande, como me gusta. Me giro hacia él y le digo:
- Gracias por acompañarme, ahora puedes irte.
- Ciertamente, pero no hoy, no esta noche. He esperado dos años para tenerte y no tengo intención de esperar ni un minuto más.
Se acerca a mí mientras yo retrocedo.
- No podrás huir de mí porque no te daré la oportunidad.
- ¿Qué crees? ¿Que puedes imponerte a mí...?
No me deja terminar la frase que ya se lanza sobre mí como un águila sobre su presa. Me encuentro presionada contra su torso sin contemplaciones mientras se apodera de mis labios. Su beso es salvaje, me aprieta más fuerte contra él, no puedo moverme. Pero con las técnicas de combate que domino, me debato como un bello diablo, pero él prevé cada golpe y me encuentro con las manos bloqueadas detrás de