Capítulo 39— Lo mejor para ella Narrador Caminando con prisa pero con calma, tratando de disfrazar la tormenta que se gestaba en su interior, Eira salía de la reunión de los King, mientras Iker prácticamente corría tras ella. Deteniéndose al fin al llegar a la entrada mientras esperaba el auto, Vael la alcanzó, y un poco agitado trató de explicar, pero ella no se lo permitió. —Eira... Yo... Elevando su mano enseguida, Drayton no le permitió continuar, y negando, preguntó un poco abrumada —¿Tu novia en serio? No entiendo qué querías hacer al presentarme ante King de esa manera, pero creo que te has excedido. Sintiéndose verdaderamente avergonzado por su comportamiento infantil al no saber controlar sus celos al notar la forma en la que Adams la observó, Iker se mantuvo en silencio unos segundos antes de responder. —De verdad lo siento, Eira. Sé que fue muy atrevido de mi parte hacerlo... Pero él, es... Liberando una bocanada de aire, Vael trató de controlar su agitada respiraci
Capítulo 40— Ya no dolía como antes Narrador Eira, al amanecer, sin más opción tuvo que ir a la oficina. Por más que quisiera evitar a Vael por lo sucedido la noche anterior, no podía, siendo compañeros. Llegando a su lugar de trabajo, la faena inició, y centrándose en montones de papeles parte de la mañana también. Por supuesto, Iker la noche anterior inundó su teléfono de llamadas y mensajes que, ignorando estos, durmió placidamente. Lo que necesitaba que entendiera ya lo había dicho, y dejando ese tema atrás, pretendía avanzar sin tener que estarlo repitiendo. Escuchando unos minutos después cómo su puerta era tocada ligeramente, Eira pidió seguir sin siquiera ver de quién se trataba, e ingresando Iker a la oficina se mantuvo en el mismo punto antes de decir. — Disculpa que te moleste, pero quería saber si aún estás molesta conmigo... Si seguirás ignorando mis llamadas y mis mensajes por la estupidez que hice anoche. Apretando sus labios ligeramente al sentirse un poco más cal
Capítulo 41— No es ella Narrador Llegando el día del matrimonio de Killian y Sofía, mientras él se preparaba para atarse a una mujer que no amaba, Eira llegaba a la pequeña compañía. Deseaba ocupar su mente, olvidar que en ese momento el hombre al que le dio todo de sí caminaba al altar con otra, otra mujer que no era ella. Ingresando en su oficina pretendía distraerse para no pensar en ello, y unas horas después, Iker también ingresó pero esta vez con una enorme canasta de fruta en sus manos lista para consumir. La primera reacción de Eira fue sonreír, pero una vez llegó a su lado, Vael le explicó: — Como te has sentido mal y no te has alimentado lo suficiente, me he propuesto cuidar de ti meticulosamente. Me encargaré de vigilarte ya que Rosalía me hizo prácticamente jurarlo. Negando al ver que no habría forma de molestarse con él, Eira se acercó a Iker y, tomando una manzana muy apetecible a simple vista de la canasta, la agitó antes de responder: — Y aceptaré porque de verda
Capítulo 1— Una más del montón Narrador Con sus ojos cristalizados y su boca ligeramente abierta, Eira no podía creer lo que veía sus ojos en ese instante. —Cásate conmigo. Desviando la vista a la mujer ante ella, la misma que observaba a Killian con sus ojos repletos de amor, la realidad golpeó a Eira. Por más que ella hubiese deseado que este momento no llegara, lo hizo y de peor forma, cuando ella menos lo esperaba, frente a un montón de personas como testigos. Bajando su mirada al suelo, mientras que por su mejilla rodaba una lágrima, Eira escuchó como Sofía accedió a unir su vida a la de Killian para siempre, y escuchando los gritos a su alrededor que celebraban tal unión, supo que lo perdió para siempre. —Eira, ¿estás bien? Hija te juro que no sabía que esto pasaría. Sintiendo la ligera opresión de la mano de su madre que reposaba sobre su hombro, regresó a la realidad. Ella mejor que nadie sabía que Killian y Sofía en algún momento tendrían que casarse, su unión estaba
Capítulo 2— Mantener distancia NarradorAl llegar a casa tras abandonar la nefasta fiesta de aniversario, Eira cerró la puerta tras de sí y apoyó la cabeza en la fría madera.El simple hecho de ver a Killian arrodillado frente a Sofía pidiéndole matrimonio le dolió, le quemó hasta el punto de sentir que su corazón sangraba. Tener a Alde de esa manera era lo que ella más anhelaba en la vida, y ahora, después de esto, de comprometerse oficialmente sería imposible.Soltando un ligero sollozo, Eira se lo tragó casi de inmediato al ver que él no se lo merecía, y empezando a despojarse de los zapatos, los tomó entre sus manos antes de caminar al armario para deshacerse del vestido que empezaba a molestar.Arrojándose sobre la cama una vez se metió en su vestido para dormir, Eira se mantuvo en silencio observando el techo mientras pensaba ¿Qué podría hacer de ahora en adelante? Lo mejor para los dos era mantener la distancia, destruir cualquier lazo que la atara a él, lo cual era casi impos
Capítulo 3— ¿Qué había sido eso?NarradorEira jadeó contra sus labios, con las manos presionadas entre sus cuerpos, sin saber si salir, si empujarlo o aferrarse a su camisa. El aire se volvió denso, irrespirable, y cada roce de Alde sobre su piel encendía las brasas que tanto había intentado apagar.Él no le dio tregua. Sujetó su cintura con fuerza, pegándola aún más a la pared, haciendo que el frío del concreto contrastara con el calor abrasador que él le provocaba. Bajó una mano hasta su muslo, alzándoselo con brusquedad para acomodarse entre sus piernas, como si le perteneciera, como si ese derecho jamás se hubiera puesto en duda.— Vas a dejar de decir estupideces, Eira. No me alejaré de ti, ni hoy, ni mañana, ni nunca.Murmuró ronco contra su cuello, mordiendo despacio, dejando su marca como si quisiera tatuar su nombre en su piel. Eira cerró los ojos, buscando cordura, esa que estaba a punto de perder, pero él se la arrebataba con cada palabra. Intentó hablar, replicar, aunque
Capítulo 4— Una condición Narrador Al llegar a la empresa el lunes muy temprano, Eirá caminaba por el lobby del lugar rumbo al elevador. Esa mañana, después de lo vivido en la fiesta de aniversario, lo último que deseaba era encontrarse con Killian, quien la tarde del dia anterior había atiborrado su teléfono con llamadas a las que no respondió. ¿Por qué lo hacía? ¿Para restregarle en la cara lo bien que se sentía junto a Sofía? Al ingresar al ascensor, Eirá saludó a un par de empleados que se dirigían a su lugar de trabajo, y viendo cómo las puertas de este se cerraban, se mantuvo en silencio hasta llegar a su destino. Sinceramente, si por ella fuera, no regresaría a ese lugar que cada rincón le recordaba a Killian y al inicio de su relación. Si es que a eso se le podía llamar relación. Pero sabiendo que no tenía otra salida y que esa empresa también era su responsabilidad, fue que se armó de valor esa mañana para regresar. Al llegar al piso superior, apenas salió de este se di
Capítulo 5— Un honor Narrador —¡Osito! Moría por verte. Rodeando el cuello de Alde con sus manos, Sofía se aferró a él como si se tratase de una sanguijuela, ignorando por completo la presencia de Eirá, quien estaba frente a ella. Tensando cada músculo de su cuerpo, Killian permaneció rígido sin responder al abrazo ya que no la esperaba alli, y liberándolo al fin por un breve instante, Sofia agrego con una amplia sonrisa —Encontré la planificadora de boda perfecta… Me la recomendó mi amiga, Katy, dice que es la mejor de toda la ciudad ¿No te parece una maravillosa noticia? Me iba a volver loca si me encargaba de todo sin ayuda. Sin poder apartar la mirada de Eirá, quien se veía incómoda frente a él, Alde se mantuvo de la misma forma sin decir palabra alguna. Él en ningún momento citó a Sofía allí para hablar, mucho menos sobre una planificadora de bodas, por lo que la situación lo tomó por sorpresa. —¿Eirá? Discúlpame, con lo emocionada que llegue, no había notado que es