Capítulo 35 – la boda será el próximo sábado.
Benjamín arrinconó a Catalina contra una de las esquinas de la oficina, la apretó contra su cuerpo y la besó con desesperación, no solo porque necesitaba desahogarse, si no porque la adoraba, estaba loco por ella y la necesitaba más que nunca, porque la habia echado de menos, porque por un momento pensó que jamas la volvería a ver y no estaba dispuesto a sufrir lo mismo que padeció cuando Elena murió.
Benjamín no pudo salvar a Catalina, pero no pensaba equivocarse dos veces.
–¡No podemos llevar esto más lejos! – ella se alejó con dificultad y le habló con la voz entrecortada.
–Si podemos, porque tú y yo lo queremos – Benjamín agarró sus mejillas y volvió a besarla – he querido hacer esto desde la primera vez en que te vi, Catalina – negó con la cabeza porque ni siquiera él mismo podia comprender que era lo que ella le habia hecho – me tienes a tus pies.
A pesar de que estaba cabreada, Catalina sintió que el pecho comenzaba a dolerle, antes de darse cuenta sus ojos comenzaron a derrama