Chris corre evadiendo a los hombres que pelean y se disparan, con un solo objetivo en mente, llegar a su hermana antes que cometa una locura.

Pasa por el lado de Yaret, que lo sigue con la mirada al tiempo que lo llama maldiciendo en su interior, hasta que la ve y comprende lo que hace.

—Dos hombres a la izquierda, a metro y medio de la casa, Maite ha llegado —informa.

Al instante los dos hombres más cerca de ellos se van a darle protección.

—¿Qué haces aquí? —llega a ella molesto agarrándola del brazo.

—Suéltame, no me vas a impedir llegar a él —tira de su brazo tratando de librarse de su agarre.

—Nos regresamos, las cosas pueden ponerse feas en cualquier momento —la arrastra hasta donde a dejado la moto.

—No voy a ningún lado contigo, ¡suéltame te he dicho! —grita furiosa.

—¿Acaso no comprendes lo que sucede aquí? —le grita de vuelta, perdiendo la paciencia y dejándose llevar por el miedo de que le ocurra algo— Ángelo es el peor mafioso que te puedes imaginar y está aquí con su gent