Parte 6...
Isabela
Salir con Yelena ha sido realmente bueno. En cierto modo es como si estuviera haciendo el papel de mi madre, porque es ella quien me da atención e incluso cariño, podría decir. Y eso fue una agradable sorpresa. Realmente no me esperaba eso, después de todo lo que escuché en el convento.
Llevo ya una semana casada con Enzo y no puedo decir que haya nada malo hasta ahora, más allá de que todavía no me he adaptado bien a tener siempre alguien vigilándome en algún lugar, aunque no vea él.
Después de regresar a casa, donde me prometió que haremos un viaje de luna de miel tan pronto como tenga tiempo libre, Enzo pasa mucho tiempo fuera de casa, trabajando. Y evito preguntar en qué está trabajando. Porque dos veces volvió muy enojado y se encerró en la oficina con sus hermanos y los comandantes de su organización y como no entiendo nada de sus asuntos prefiero no interrogarlo.
Al principio de las clases de Romeu me sentía muy insegura y nerviosa, pero Yelena me tranquilizó