Capítulo 37: Escapando del amor.
Los días para ambos van pasando, para Vania a ritmo normal, mucho más tranquila luego de comprobar que su bebé está en perfectas condiciones creciendo en su vientre. Tras las dos semanas de reposo y de ser dada de alta con indicaciones de bajar el ritmo, Ulises decide llevársela a Roma para ayudarla a zanjar todo lo que tiene que ver con la universidad.
En el vuelo, él y Alina van de la mano, haciendo sonreír a Vania, porque sabe lo que eso puede significar para su amiga.
—Ustedes dos, tortolitos, espero que pronto me hagan madrina de su boda, porque ya perdieron demasiado tiempo en sus cosas sin sentido.
—Eso sería posible si el señor aquí ya me hubiese pedido matrimonio —se ríe Alina, pero Ulises frunce el ceño y mira por la ventanilla, como planeando algo y Vania se ríe.
Siguen hablando de lo que Vania hará cuando lleguen a Roma, que pretende sea en menos de una semana. Ya tiene quince semanas de gestación y esa pancita hermosa se estaba notando, aunque quería terminar con much