Elea estaba muy feliz de viajar a su antigua casa en las afueras de la ciudad. Estaba muy entusiasmada preparando provisiones de viaje y ropa, por si acaso tuvieran que pasar la noche. Axelle se esforzó por ocultar su nerviosismo para que Elea no sospechara de Owen, quien permaneció en silencio durante todo el viaje.
"Papá se sorprenderá cuando vea nuestra llegada", dijo Elea con entusiasmo mientras miraba hacia el asiento trasero, pero Owen no respondió porque estaba fingiendo dormir.
"¿Por qué Owen sigue durmiendo? ¿Está enfermo?", preguntó Elea.
"Está cansado", respondió Axelle mientras se concentraba en conducir.
"Pero tú eres el que está conduciendo, no Owen", respondió Elea.
"En realidad, yo también estoy un poco cansado, ¿te importaría si nos detuviéramos un rato?", preguntó Axelle.
"No. Detente", respondió Elea con entusiasmo.
Axelle detuvo el auto al borde de un bosque urbano tranquilo mientras Elea buscaba el bolso con las provisiones que estaba colocado junto a Owen. Con cu