La Venganza Del CEO
La Venganza Del CEO
Por: Valentina S.
Capítulo 1. No me puedes abandonar así.

ALEXANDER

Maneje lo más rápido que pude hacia la casa de Isabella y al llegar toque la puerta pero nadie me respondió y toque con más fuerza pero seguía sin haber respuesta, esto no me gustó nada, presentía que algo no iba bien, así que empecé a patear la puerta para abrirla, luego lidiaría con las consecuencias por irrumpir en una propiedad privada, en este momento lo único que me interesaba era ver que ella se encontrara bien.

Pero cuando logre abrir la puerta la conmoción me inundo, no estaba preparado para esta escena, nunca pude imaginarme que la encontraría de esta forma.

Era lo mas aterrador que podía vivir, nunca había sentido tanto miedo de algo en mi vida, pero al verla inconsciente y sangrando me sentía totalmente aterrado, yo no quería perderla.

Y en ese momento supe que no podía vivir sin ella y peor aun, tampoco quería, no podía soportar vivir en un mundo en que sus preciosos ojitos no brillaran más, sin volver a ver su sonrisa que iluminaba mi vida. Tengo la certeza de que no quiero una vida sin ella y tampoco sé cómo podría sobrevivir después de conocerla y perderla, después de saber lo que es la verdadera felicidad y que tan maravillosa es la vida si la vivo con ella.

Camine hacia ella con todo mi cuerpo temblando, rogando a cualquier poder superior que me escuche que ella estuviera bien, que estuviera viva y al llegar donde estaba ella tirada busque su pulso tocándola con la delicadeza de una pluma por miedo a lastimarla más y cuando pude ver que su corazón aun latía, llame a una ambulancia y a Jackson para que investigara lo que paso, yo quería llevarla lo más rápido posible al hospital en mi carro, pero tenia miedo de lastimarla aun más.

— Mi ángel resiste por favor — susurre mientras tomaba su mano. —¿Quién te hizo esto? —pregunte aun teniendo una hipótesis en mi cabeza que no me gustó nada y al mirar a otro lado de la sala esta cobro más fuerza al ver nuestra foto en el suelo junto a una botella rota.

Pero, ¿ese bastardo seria capaz de hacerle esto a su propia hija? ¿Qué monstruo le podría hacer esto a la persona quese supone que debería proteger? Quería destrozarlo, acabar con su vida así me condenan a años en prisión, no me importaba nada, solo hacer pagar a la persona que se atrevió a dañar a Isabella.

La observe mientras mi interior se quemaba al verla así, con golpes en su hermosa carita, tan lastimada, con su cabeza sangrando, tenia miedo de incluso moverla.

— Tienes que estar bien. — dije dejando un suave beso en el dorso de su mano, que se mojo con mis lagrimas, no me había dado cuenta que estaba llorando hasta que vi su suave manito mojada. — No me puedes abandonar así.

La ultima vez que habia llorado fue cuando mi papá se fue de casa y mi abuelo al verme llorar me regaño y me dijo que no valia la pena llorar por cosas que no se podrian cambiar y despues de eso no llore nunca más, ni siquiera en el entierro de mi padre, pero este dolor que estoy sintiendo al ver a Isabella así me esta consumiendo y no puedo evitarlo.

Pronto llego la ambulancia y me monte con ella para acompañarla mientras los paramédicos la atendían yo rogaba en silencio para que estuviera bien sin dejar de mirarla.

Caminaba de un lado a otro en la sala de emergencias donde todo lucia tan monótono y vació, con ese particular olor como un desinfectante que siempre tienen los hospitales que solo me causaba desesperación mientras esperaba noticias de Isabella, tan arrepentido por todo, porque a pesar de que no fui yo el que difundió la foto con ese escrito de m****a y se la hizo llegar al papá de Isabella, fue mi hermana y soy responsable de eso, soy responsable de caer en los engaños de ella y dañar a la persona que amo, nunca debí venir aquí en busca de una venganza que no era mía y de lo que no había nada por lo que vengarse.

Todo por una obsesión insana de Emma, ​​termino en peligro de muerte la persona más inocente, la que no merecía nada de esto.

— ¿Sabes dónde esta? — pregunte atendiendo le el teléfono a Jackson, esperaba que él tuviera alguna noticia acerca de Robert.

— No, pero revisamos las cámaras de la casa y nadie más entro. — hizo una pausa antes de añadir. — Él salió huyendo con una maleta una hora antes de que llegaras, solo pudo ser él.

— ¿No se supone que lo tienen vigilado? — pregunté furioso — ¿como no van a saber donde esta ahora?

— No esperábamos que él hiciera algo así, por eso no estábamos vigilando su casa, se suponía que todavía estaría buscando salirse con la suya, ya lo estamos buscando.

Esta era la verdad, todavía él no sabia que terminaría en prisión y no era el momento para huir, tenia que hacer muchas cosas para no perderlo todo, además ¿quien se podría imaginar que era un psicópata capaz de hacerle daño a su propia hija? Que le haría algo así a la persona que el debería amar y proteger.

— Jackson tienes que encontrarlo rápido, quiero que pague.

— Lo haré.

Luego de escuchar esto colgué, no tenia ánimos para continuar la conversación, me sentía tan devastado como furioso, quiero desesperadamente que Robert pague por lo que le hizo a Isabella y cuando algunas imágenes comienzan a rondar por mi mente, empiezo a entenderlo todo, el porque Isabella no podía salir cuando estaba él, porque simplemente no podía hablarle de mí y porque se estremeció ese día que la abrace como si le doliera, era porque le dolía, quien sabe cuánto tiempo este monstruo ha estado golpeando a su hija y solo me puedo recriminar a mi mismo no haberme dado cuenta y no poder protegerla a tiempo.

No poder estar ahí cuando más lo necesito, que ella no se sintiera en confianza para contármelo y ser el detonante de esto que le ocurrió, esto me estaba matando, daría todo por devolver el tiempo y poderla proteger de todo, de su papá, de mi hermana e incluso de mi mismo.

— Familiares de Isabella Alarcon — llamó el doctor al salir del quirófano.

— Soy yo, ¿Cómo está ella? – pregunté ansioso mientras me acercaba.

— ¿Qué vínculo familiar tiene con ella? — preguntó el observándome con recelo.

— Soy su prometido, no tiene a nadie más. — mentí, para que terminara de decirme como estaba ella.

— Bueno, la señorita tuvo demasiados golpes en el cuerpo y se fracturó dos costillas, además que el golpe en su cabeza fue demasiado fuerte y entró en coma, tenemos que esperar a ver como se desarrolla.

Sabia que ese bastardo le había hecho mucho daño y quería acabar con él en este instante por eso, pero no me esperaba que ella terminara en coma, me aliviaba saber que estaba viva pero que no despertará me aterraba.

— Señor esto ya lo reporté a las autoridades y no tardarán en llegar, así que es mejor que no se mueva de aquí — dijo y lo mire desconcertado para luego de un momento entender a lo que se refería.

Él pensaba que yo le había hecho esto a Isabella y la sola idea me causa repulsión, yo nunca le haría algo así a la mujer que amo, soy un bastardo cruel pero nunca podría hacerle algo así a la persona que se supone que debo proteger para toda mi vida.

— Ya lo había informado y lo están buscando. — explique, aunque no tenia porque explicarle nada pero no soportaba la idea de que me acusaran de hacerle esto a mi ángel.

— ¿Qué? — preguntó mirándome desconcertado.

— Ya están buscando a la persona que le hizo esto, cuando vengan las autoridades les explicare.

El me miro aun dudoso, pero asintió, para luego añadir que trasladarían a Isabella a una habitación y así retirarse.

Poco después de que se fue, llegaron los oficiales a los cuales les expliqué que ya había informado sobre esto y que si tenían alguna duda hablaran con Jackson el jefe del departamento. Esperaba que encontraran a Robert pronto y así asegurarme que nunca más viera la luz del sol, no se la merece, no despues de hacer tanto daño, incluso a su propia hija.

Debe haberle estado haciendo esto por años y mi inocente niña aguantándolo todo sin pedir ayuda a nadie, me duele tanto el corazón de solo imaginar todo lo que ha tenido que vivir y siento tanto odio al mismo tiempo por él.

Mi ángel ojala me hubiera dado cuenta de lo que le pasaba, debí prestar más atención, debí poder protegerla, pero estaba tan ciego por mi venganza hacia su papá y por las mentiras de mi hermana, que simplemente deje pasar esas pequeñas señales y ahora lo único que me queda es arrepentirme y recriminarme por no ser lo que ella necesitaba.

Pero es que actuaba tan bien, ella siempre dio a notar a todos que tenia una vida perfecta, incluso a sus amigos, porque tengo la certeza de que si supieran por lo que estaba pasando habrían hecho algo, pero ella escogio no confiarle esto a nadie.

Quizás tenia mucho miedo de ese monstruo y no la culpó, desde niña estaba indefensa en sus garras, solo me puedo culpar a mi mismo por no darme cuenta de lo que vivía y dejar que mi hermana la orillara a terminar así.

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