Charles POV:
Paseaba por el elegante despacho de Aldo, con una sonrisa confiada pegada a la cara. Agatha me esperaba, con el ceño fruncido, estudiando unos documentos esparcidos sobre la enorme mesa de caoba. La luz de la mañana que se filtraba por la ventana iluminaba su pelo, convirtiéndolo en un halo de fuego dorado.
—"Está aún más guapa cuando se concentra"—, pensé, sintiendo una punzada de deseo en el pecho que me sorprendió incluso a mí.
—Buenos días, mi amor —la saludé, con voz suave y cálida.
Levantó la vista, con la mirada cautelosa. —Charles. No sabía que venías hoy.
Su voz era fr&ia