POV Nathan:
Un precio. Por supuesto. Siempre había un precio.
—¿Qué precio, Manuel? —pregunté, mi voz un gruñido bajo, mi mano apretándose en un puño, mi mente acelerada, calculando, sopesando los riesgos frente a las posibles recompensas.
Se inclinó más cerca, su voz bajando a un susurro conspirador, sus ojos brillando con una mezcla de ambición y... algo más. Algo más oscuro. Algo... peligroso.
—Digamos... una sociedad, Señor Richards —dijo, su voz un zumbido suave y persuasivo&