Ignacio aceptó que su esposa se encargara del asunto, pero en su corazón tenía objeciones al respecto.
En su momento, todos admiraban enormemente a Theobald y Desislava. Por lo que se depositaban muchas esperanzas en ambos.
En las filas del ejército se cantaban alabanzas sobre su amor. Sentían compasión y admiración por Desislava, quien, siendo una destacada general que había conseguido grandes méritos, aceptó ser solo una esposa secundaria.
También elogiaban a Theobald, diciendo que, aunque sentía un profundo amor por la General Desislava, nunca olvidó a su esposa principal y luchó por asegurarle a Desislava la posición de esposa secundaria.
La victoria en villa Desamparada cegó a todos, y no les permitió ver más allá de esto.
Pero disipada la euforia, poco a poco, comenzaron a darse cuenta de que esas historias llenas de belleza escondían mucha suciedad.
Y al final se dieron cuenta de que aquella esposa principal, Isabella, era incluso más destacada que Desislava. Entonces recordaro