Boston ( Estados Unidos)
Por una calle oscura y desolada, tratando de resguardarse de la lluvia, va caminando apresurada una hermosa joven de pelo largo y ojos cafés claros. Ella mira a su alrededor y solo puede ver oscuridad, sus manos se congelan del frío, lo que hace detenerse para sacar de su bolso unos guantes de lana que la ayuden a sentir un poco de calor. La estación del tren está a solos dos calles, así que ella acelera el paso para llegar rápido, su madre preocupada empieza a llamarla insistentemente, lo que nuevamente la hace detener para sacar del bolso su celular. Ella intenta contestar, sin imaginar, que en solo segundos la vida le cambiaría para siempre. De repente, unas manos de hombre se ponen sobre su boca haciéndola estremecer del miedo. Ella lucha contra él, pero aquel hombre parece un ser poseído, no se le ve racionamiento alguno, solo se le escucha una risa burlesca que hace paralizar aun más de miedo a la inocente joven. Cómo una muñeca de trapo es llevada hasta un oscuro callejón, allí, él, sin decir nada, empieza despojarla de su ropa como un animal hambriento, ignorando los gritos de ella por completo, sin importarle sus ruegos y sus suplicas. Todo era oscuridad, como en la pesadilla más aterradora, hasta que la luz de un rayo le permite a ella ver el rostro de su verdugo, los ojos azules de ese ser despreciable se quedan para siempre en la mente de Paulina. Nisiquiera el golpe que vino después de verlo y que la dejo inconsciente, hizo que a ella se le borrará de la memoria esa mirada. CINCO AÑOS DESPUÉS _¡No! ¡Suéltame!_ Grita Paulina horrorizada en medio de la noche. Tenía una más de las pesadillas que había tenido durante cinco años desde esa terrible noche, desde aquel momento no había podido tener un sueño tranquilo. _¡Hija! Despierta mi amor, ¿Estás bien? Nada pasa_Le dice su madre luchando por despertarla, ver a su hija así era algo que le destrozaba el alma. Cada vez que la escuchaba gritar horrorizada se hacía la mismas pregunta. ¿Porqué mi hija? ¿Porqué ella? _¡Mamá otra vez! Otra vez vi ese hombre encima mío, tocándome, arrebatandome la felicidad _Dice Paulina con desesperación_Mientras las lágrimas caían por su rostro y abrazaba a su madre con fuerza. Lo único que puede hacer su madre es abrazarla fuertemente como siempre, lo que había ocurrido esa noche de tormenta había marcado la vida de su hija, le había robado las ilusiones, la alegría de vivir. _Ya pasó mi amor, ya todo pasó_ Le repite una y otra vez abrazándola y acariciando su pelo para que su hija retomara otra vez la calma. _No mamá, nada ha pasado, yo no tendré paz jamás hasta que ese hombre pague con lágrimas de sangre todo lo que me hizo. _Amor, es mejor que olvides, de ese hombre no sabes nada, no sabemos quién es, recuerdas cuando establecimos la demanda, no se pudo hacer nada porque no sabíamos nada, es como si te hubiera atacado un fantasma. _No me importa mamá, yo lo voy a encontrar y haré que pagué por lo que me hizo. Paulina se le había llenado el corazón de odio desde esa noche, solo una cosa la había mantenido con vida, la VENGANZA. New York ( Estados Unidos) Dando vueltas sin poder dormir, Patrick Malcukins, el CEO más importante y poderoso de Estados unidos, se levanta y camina hacia a la ventana de su habitación. Se queda mirando la ciudad y sin poder evitarlo, llegan a él varios recuerdos de esa noche en que dejó a un lado su parte humana para convertirse en una bestia. Él, solo puede recordar los gritos de aquella joven que la cual vio como un juguete nuevo esa noche, como una presa que saciaria su hambre de animal, Él no logra recordar nada más, lo que hace que aumente su tormento, angustiado, decide bajar para tomar algo. Mientras se sirve una copa de whisky, su madre aparece y le pregunta. _¿Otra vez sin poder dormir cariño?. _Si mamá, otra vez, no puedo olvidar lo que hice, pagaría lo que fuera por poder retroceder el tiempo y no haber hecho algo así, ahora mi vida sería normal, no la pesadilla en que sea convertido. Su madre se acerca a él y poniendo sus manos sobre sus hombros, le dice. _El tiempo no puede volver atrás hijo, pero tampoco puedes seguir el resto de tu vida castigándote y angustiándote por lo que pasó, ahora eres una persona diferente a la que eras hace cinco años atrás, lamentablemente, en ese entonces habías perdido el rumbo, pero lograste salir adelante, te rehabilitaste y cambiaste tu vida. _¡Si mamá! Cambié mi vida después de haber destruida otra, una que seguramente jamás ha podido recuperarse de lo que le hice, estoy seguro que esté donde esté esa joven, me está odiando con todas las fuerzas de su corazón. _¡Por favor hijo! No nos fuimos de Boston para que tú siguieras lastimándote de esa manera. _No, dejamos a Boston para que yo hiciera de cuenta que nunca existió esa noche, pero si existió mamá, y me tortura cada día de mi vida. Patrick se toma de un solo sorbo la copa de whisky y vuelve a su habitación a luchar nuevamente contra su insomnio. A la mañana siguiente, llega muy temprano a su oficina, él era el CEO de la compañía hotelera más grande del país, cargo que había heredado de su padre, quien había fallecido en un accidente aéreo dos años atrás. _Señor Malcukins buenos días, aquí le dejo la agenda de hoy_ Le dice su secretaria. _Gracias Mary ¿Me puedes hacer un favor? ¿Puedes llamar al investigador? Dile que necesito verlo hoy mismo. _Enseguida señor Malcukins. En ese mismo momento, en Boston, Paulina llega a su trabajo, ella había estudiado diseño gráfico y estaba trabajando en una pequeña empresa de publicidad. _¡Hola Pau! Hermosa como siempre_ Le dice Dereck Olmos, uno de sus compañeros y pretendiente de Paulina. Ella lo mira seria nada más, no le responde nada, un gesto que le hace a todos los hombres que se le acercan, para ella los hombres habían quedado atrás. _¿Hasta cuándo piensas seguir así?_ Le pregunta Loren, ella era su mejor amiga y la única persona después de su madre que sabía lo que le había ocurrido. _¿Así como?_ Pregunta Paulina indiferente. _Negandote el derecho de amar y de ser amada, asi. _No quiero hablar de eso, mejor sigamos trabajando, tenemos mucho que hacer. Loren la mira y luego sonríe a medias, le da mucho dolor ver a su amiga sumergida en el odio y la tristeza. Pero para Paulina la paz no llegaría hasta que su agresor haya pagado por su dolor, ella vivía esperando ese día, el día en que pudiera tenerlo frente a frente y por fin hacerlo pagar por lo que le hizo.