En New York, horas más tarde, Patrick recibe la visita del detective que había contrato unos meses atrás. _¿Señor Malcukins? Buenas tardes, vine lo más rápido que pude. _Gracias, tome asiento por favor, necesito saber si tiene algo para mí. _Señor Malcukins, lamentablemente no tengo nada, usted me ha proporcionado muy poca información, prácticamente nada, le voy a hacer sincero, es imposible así encontrar a esa joven que usted busca desesperadamente. _Me dijeron que usted era uno de los mejores señor Jackson, por favor, no me defraude. _Si señor Malcukins, soy uno de los mejores detectives, pero cualquier detective, necesita por lo menos las características físicas de la persona, dónde vivía, cualquier dato clave. Patrick se desespera, él no podía darle ninguna información al detective, porque simplemente no la tenía, él no se acordaba del rostro de Paulina, estaba tan fuera de sí esa noche, que solo recuerda el hecho. Decepcionado, le toca renunciar a su búsqueda, no i
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