PUNTO DE VISTA DE HELENA
- Aaah… como duele… ¡Ayla eres una mentirosa! - chillé, cuando sentí una nueva contracción de mis huesos.
- ¿Ayla? - Preguntó Ethan, que me observaba sin reaccionar.
- Mi madre - inhalé hondo cuando sentí que mi cuerpo se relajó - me dijo que en su primera transformación no había sentido dolor…
- Ah pues… es que eso es relativo…
- ¿A qué te refieres?
- Yo tampoco sentí mayor dolor… bueno, solo un poco. Debes hacer sentir a tu lobo cómodo y “en su hábitat”, para que logre emerger a gusto.
- ¿En su hábitat? - pregunté, como hallando la solución a todos los problemas de mi vida.
- Así es… y bueno… debes desnudarte… sino tu lobo romperá toda la ropa que llevas.
- Comprendo… - dije inhalando y dándome valor. Empecé rápidamente a desnudarme, hacía muchísimo frío, sin embargo, el hielo que había a mi alrededor, e incluso, el peligro de morir congelada no eran motivos realmente fuertes para vivir una transformación lenta y dolorosa. Me dejé, únicamente, las braga