Un chico misterioso

   Ya había pasado una semana desde mi primera actuación y me sentía mejor que nunca, Andrea y Selene llevaban sus proyectos viento en popa y al siguiente día se podría imnagurar el restaurante con los ganadores, casi todos los días ese hombre misterioso siempre iba ya fuera en grupo o con un compañero y aunque no lo atendía porque siempre estaba en la mesa que le correspondía a Miki atenderlo; me parecía curioso pero en parte me hacía sentir que lo conocía de algún lado.

   Esa noche luego de cerrar Andrea hablo con todos de que trajes podríamos usar, aunque tenía la elegancia de restaurante usaríamos unos hermosos trajes de camarera estilo japonés de color blanco y negro, sería algo elegante y lo único que nos diferenciaría sería un collar con una concha en el centro con nuestros colores, aunque costaba imaginarlo como tal es algo difícil, pero sabiendo quien los había confeccionado estaríamos tranquilas; Andrea le pregunto a los chicos si querían trabajar también en el restauran pero no como vigilantes sino camareros, y a su vez podrían vivir de alquilados en las cabañas.

   Los chicos estuvieron de acuerdo y dijeron que conocían algunos amigos que necesitaban empleo, Andrea animada acepto y les pidió que los llamarán para luego entrevistarlos, los verdaderos nombres de los chicos eran Gabriel y Cristian; habían pedido tener aún su empleo de vigilantes en el bar, así que Andrea por tal petición no pudo decir que no.

   Cristian: Muchas gracias Andrea, de verdad eres un sol.

   Andrea: -sonrojada- venga ya, me harás sonrojar, pero me alegra saber que se sienten cómodos en este trabajo.

   Luz: Bueno, ya a partir de mañana tendremos más trabajo, -suspira- esto será rudo, pero podremos con ello.

   Esther: yo creo que deberemos contratar a otros chicos y chicas, aunque en el bar somos más mujeres que hombres, en el restaurante deberá ser más equilibrado, bueno… eso pienso yo. -pensativa-

   Selene: diste en el blanco -guiñando un ojo- de hecho, acá estarán de manera un poco mas equilibrada y así podemos tener más turnos, nosotras trabajaremos pero menos horas ya que acá debemos estar despiertas y listas.

   Luz: eso quiere decir… ¿Qué debemos tener para nuestro relevo? -mirada curiosa-

   Andrea: tranquilas por ello, por ahora será así.

   Aunque para mi sonaba complicado tal vez era más fácil de lo que pensaba, Andrea sería la administradora, según Selene se nos asignarían mesas, de esa manera sería algo más fácil atender a todos, los 2 amigos de los chicos eran cocineros así que por allí no habría tanto lío.

   Lo que yo no contaba al llegar a casa y encender mi portátil era mensajes de viejos compañeros de trabajo, por un momento dude en abrirlo y leer el correo, así que decidí darle de comer a Pecosa y hacer la cena para nosotras; sabía muy bien que Pecosa era curiosa pero no sabía que Esther también lo era ya que sus directas eran acertadas pero algunas lograba esquivarlas.

   Mientras servía la cena nuestra y la de Pecosa, Esther me pregunto si podía leerlas por mi y así le dictaba que responderles, aunque insistía que no era necesario mis insistencias fueron en vano, así que accedí a que las leyera y les contaba sobre ellos.

   Esther: ¿Quién es Marcos?, por lo que leo acá se disculpa por lo ocurrido y haberte acusado de eso.

   Luz: ¿Cómo que de "eso"?, creo que tendrás leerlo a ver si entiendo.

   Esther algo confundida me leyó la carta de Marcos, luego de ello me miro fijamente y vio cada uno de mis gesto, yo escuchaba atenta y en parte aguantaba mis ganas de llorar, hacerme recordar de Johanna aún me era doloroso, y me hacía recordar de lo hace poco con la detective llamada Carolina, luego de servir todo le redacte lo que quería responderle y agradecerle por ello.

   Esther: ¿Estas bien?, lamentó si fui cotilla, no creí que fuera algo tan delicado -mirada triste-

   Verla triste me asombró y no pude aguantar las ganas de abrazarla y mientras acariciaba su cabeza como una niña pequeña le prometí contarle sobre el y lo ocurrido, sentía que debía contarlo y así aligerarme, Esther se mostraba comprensiva y de fiar; Así que decidí abrirme con ella y contarle todo.

   Luz: imagino que tal ves Wendy también me copia por lo mismo -suspira-

   Luego de la cena y mi platica con Esther de lo ocurrido hasta lo de la detective, ella se puso triste y me pidió disculpas de nuevo, me sentí como una hermana mayor que consolaba a su hermana menor, luego de hablar con Esther decidí responder ambas cartas, Marcos se disculpaba por las feas palabras y de como un Detective había obligado al jefe a contar la verdad.

   Por su parte Wendy se disculpa por no haberme ayudado con lo ocurrido con Johanna y haber dejado el trabajo así de repente y no contactar con nadie; Ambos estaban desempleados, Marcos renunció al saber la verdad y a Wendy le costaba encajar en los trabajos, ya que había creado una cierta fobia.

   Los invite a donde estaba para hablar y contarles del trabajo del restaurante, así que luego de enviarlo decidí ver una serie de comedia con Esther para hacerla reír y hacerla olvidar la tristeza de hace poco. Ya en la mañana siguiente tenía 2 mensajes en mi celular de Marcos y Wendy avisando que llegarían en unas horas y que les parecía genial lo del restaurante, así que decidí copiarle a Andrea y notificarle de la llegada de ellos.

   Cerca de las 9:00 am habían llegado, logré hablar con ellos con calma y mostrarles el lugar, les presente a Andrea y ese mismo día los entrevistó; yo por mi parte preparaba todo con las chicas para los ganadores del concurso e inauguración de el área del Restaurante, ya a las 9:30 am todo estaba listo para abrir, los amigos de los chicos estaban acá junto con Marcos y Wendy quienes se adaptaban rápido.

   Andrea: bueno… creo que ya es hora de ir abriendo para ir atendiendo, sus mesas no han cambiado, ya les asigne a los demás otras mesas para que no choquen con las suyas.

  Todas: genial -alzando las manos de victoria-

   Luz: bueno, así es más cómodo para todos -aliviada-

   Selene: es una manera de estar organizadas, supongo que si se hiciera como los otros sería algo aburrido y rutinario, yo me siento cómoda así -sonríe animada-

   Rosa: si, es más cómodo, además… estamos de deportivas, esto se siente genial -estirándose-

   Atendimos a nuestros clientes con calma y nos alegro que invitarán a la familia, los niños comieron helados y tortas hasta no más poder y los padres bebían unos ricos jugos caseros. Yo como estaba distraída y atendía a mis respectivas mesas una Selene algo curiosa me dice

   Selene: que curioso, ese hombre no te quita la mirada.

   Luz: eh! – algo distraída-

   Rosa: ese hombre… ¿Es el mismo de tu debut como reina sirena?.

   Esther: mm… Si  es el mismo, pero me intriga más como mira a Luz –lo mira fijo-

   Martha: no se ustedes, pero ese hombre huele a misterio -mirando a Luz-

   Todas me miraban fijo y yo no sabia que decirles, es verdad que el hombre es todo un misterio, aunque lo mirara y pensara no me recordaba a quien se me parecía, no es que tuviera mala memoria sino que con el tiempo sin ver a alguien olvidas algunos detalles.

   Martha: el esta en mi área, pero quiero intentar algo -sonríe pícaramente-

   Todas vemos a Martha con esa cara de misterio y su sonrisa de ocultar algo y vemos como va hasta Andrea y le cuenta algo, Andrea al verme a mi y al chico sólo puede sonreír y asentir a la idea de Martha.

   Luego de eso Martha se me acerca y me comenta que Andrea quiere que tome la orden de el; yo asombrada las miro y digo

   Luz: eh!, pero eso es tu área. -nerviosa-

   Esther quien entiende un poco la idea me da un empujón mientras me da ánimos para ir a la mesa de el hombre con una leve sonrisa. Aún con nervios me acerqué a su mesa y me presente ante el con cordialidad, aunque al verme más de cerca lo vi algo nervioso y me pidió del menú de dulces unos alfrajoles de chocolate con café cappuchino.

   Fui a buscar su pedido con orden y las que ya estaban libres miraba como el me miraba de manera tierna y no me perdía ni un segundo; a llegar donde el con su orden primero le acerque la tasa de café capuchino seguido de azúcar y crema y por último 3 alfrajoles con cubierta de chocolate.

   Note como miraba a cada detalle y le decía dulcemente que disfrutará de su poste y su rico café, que si lo sentía muy frío o muy caliente que me avisará y no dudaría en cambiarlo, mientras me disponía a irme su voz llamo mi atención diciéndome

   Chico misterioso: Muchas gracias Luz, eres muy amable y atenta, eres una gran chica. -sonrisa gentil-

   Luz: -sonrojada- muchas gracias señor.

   Mientras caminaba donde Esther la voz de ese chico resonaba en mi mente como si la hubiera escuchado antes y sólo me dejó pensativa por unas buenas horas. Esther sólo me miraba y esperaba pacientemente a que saliera de mi burbuja de pensamientos para luego decir que ese chico misterioso al parecer algo le atraía de mi.

   Eso me hizo sonrojar y reír mientras le decía que eso no era posible, tal vez era idea de ella pero yo no lo sentía así, si era cierto que me seguía con la mirada pero no sentía nada malo en el y me costaba creer que su mirada era de amor y no de curiosidad.

   Miraba de rato en rato como comía y disfrutaba con calma de su capuchino con alfrajoles y mientras lo observaba sólo me hacía sonreír y presentía que lo conocía de antes.

   Al terminar con calma me llamo para pedir la cuenta e ir a pagar en la caja, no sabía porque pero verlo con tanta calma me hacía sentir tranquila y en una calma que aún no me podía explicar, así que luego de entregarle la factura del total lo vi sonreír mientras daba las gracias e iba donde Andrea. Mientras limpiaba la mesa Esther se acercó y me miraba con cara pícara y reía de manera coqueta; yo negaba con la cabeza haciéndole entender que no pensará en cosas raras y que no era lo que imaginaba.

   Aunque el volvió a su mesa y sólo miraba el bailar de las olas y miraba el reloj con calma, aunque se me hacía curioso supuse que esperaba a alguien y querría estar un rato más en el restaurante. Yo por mi parte debía volver a atender mis mesas donde habían niños y como era lógico querían jugar, así que les indique a los familiares que cerca había un terreno con unas hamacas y podrían jugar allí.

   Los niños jugaron y disfrutaron en jugar con la arena cerca de la playa y algunos jugaban en las hamacas un rato antes de cerrar el local; a los clientes les encantó el restaurante y prometieron volver y avisar a sus amigos para que siguiera siendo popular.

   Por el cansancio del momento olvide que aún ese chico estaba en el restaurante y decidí irme a sentar y decía con un tono agotador

   Luz: estoy agotada, tenía años sin compartir con niños -suspira feliz-

   Esther: -trayendome un batido- ten, la verdad te admiro por tanta energía para varios niños.

   Luz: Hehe es que me encantan los niños. -sonrojada-

   Chico misterioso: valla, por fin veo otra faceta tuya, eres sirena, amorosa con los niños, atenta y ahora… ¿halagada?. -sonríe de manera picara-

   Luz: -asombrada- *ay! madre que pena* discúlpeme no sabía que aún habían clientes.

   Chico misterioso: -ríe- no pasa nada, creo que mi compañero no pudo venir, de igual manera gracias por la atención.

   Veo como se alza y se despide pero sin antes prometer que volvería seguido por el rico café y alfrajoles. Eso me hizo sonrojar un poco aunque no sabía aún el porque, aunque me lo preguntará muchas veces tal ves aún no tendría la respuesta a ello.

   Pasada varias horas en el bar aún me preguntaba que era ese sentimiento, habían cosas que aún no entendía el porque, Miki y Luchia nadaban y bailaban al son de la música, Marina y yo atendíamos a los clientes y éramos las encargadas de las músicas y karaoke con los clientes, luego de unas horas Marina me mira picarona mientras dice en tono de broma y romanticismo que había llegado mi Príncipe; la mire curiosa y está al hacerme girar la cabeza el había llegado en compañía de otro hombre.

   Yo no supe como reaccionar, mi corazón palpitaba algo rápido y si no hubiera sido por el comentario de Marina no me hubiera percatado de que estaba sonrojada, negué con la cabeza y le trate de explicar que lo estaba mal entendiendo, pero eso fue en vano ya que ella seguía con esa idea así que sólo pude suspirar e ignorar esa loca idea.

   Andrea me llama en tono suave y me pide que atienda la mesa de el y los haga sentir a gusto.

   Dita: Ehh, vale Andrea no te preocupes.

   Destino: buena niña, además me hace pensar que tu y ese hombre congenian muy bien. -giña un ojo-

   Dita: -sonrojada- ay mi madre, tu también lo estás mal interpretando.

   Decidí dejar para después este asunto de ese chico y yo, estaba segura que todo era un mal entendido nada más, así que fui a su mesa y le entregue la carta de bebidas, me dio curiosidad ver su manera de ojear la carta y en cada una sólo decir "hmm", lo miraba de rato en rato pero sin querer ser abusadora, su compañero sólo tocaba la mesa con el dedo esperando que el por fin se decidiera, pero al parecer era un hombre de corta paciencia.

   Hombre: por dios, que tan difícil es escoger una cerveza o un vino, hombre ni que fuera un folleto de alpinismo, dame acá. –algo incomodó le quita la carta-

   Chico misterioso: sigues teniendo la misma paciencia corta de costumbre, que tienes detective Mc Fly ¿hay algo que te inquieta? -lo mira intrigado-

   Mc Fly: quieres dejar de llamarme así, odio ese apodo, ¿acaso quieres que diga el tuyo delante de esta chica? -ríe de manera burlona-

   Chico misterioso: eh?, oye no serias capaz… no hagas eso por favor. -trata de taparle la boca- tu ganas, pide las bebidas.

   Mc Fly: -ríe a carcajadas- jamás te he visto tan nervioso, pero eso fue divertido, vale pediré las bebidas.

   Yo sólo podía observar y ver como el llamado Mc Fly reía a carcajadas y por fin había visto otro gesto de el, su lado tímido y nervioso; en parte parecía un niño, mientras miraba al señor notaba el porque de ese apodo ya que tenía cierto aire a dicho actor, trataba de aguantar una sonrisa pero debía mantenerme tranquila.

   Tome los pedidos y fui con Andrea para ayudarla a servir y luego quedarme con ella en la barra, mientras servíamos las bebidas me dijo que luego nos daría buenas noticias y aunque me daba mucha curiosas accedí a esperar a saber sus ideas o cambios.

   Ese noche nos había ido genial y por estar distraída decidí descansar y en tono audible comenté que me sentía agotada, pero una curiosa voz me hizo darme cuenta que lo había dicho en voz alta.

   Chico misterioso: oh! No sabía que las sirenas también se cansan como los humanos. -sonríe con picardía-

   Chico misterioso: no te preocupes, prometo guardar tu secreto Dita -alzando una mano en forma de despedida-

   Luego de salir mi cara se tornó más rosada, mientras decía *qué pena*, luego de eso Andrea puso el cartel de cerrado y nos servimos la cena, aunque no me pude escapar de las travesuras de las chicas.

   Selene: quien lo diría Luz, creo que le has echado el guante en tu forma de sirena. -guiñando un ojo-

   Luz: venga, corten ya con eso… Yo creo que sólo estaba siendo cortes. -mirada discreta-

   Andrea: si puede ser, pero… no puedes negar que le atraes. -mirada fija en luz-

   Esther: pues si, es verdad el desde que ha llegado no ha dejado de observarte, sabe mantener la distancia, pero a su vez sabe como hacerse notar. -toma su malteada de chocolate-

   Martha: en serio le gusta Luz?. -asombrada-

   Luz: chicas, yo creo que están formado un tornado en un vaso de agua, yo no creo que el me vea de esa forma, seguro que es un mal entendido. -mirando al grupo-

   Andrea: pues allí tienes un buen punto, pero yo presiento que tu le gustas. -sonríe-

   Esther: Andrea tiene razón, yo no lo veo como un mal partido para ti, pero ambas opiniones están a la par.

   Rosa: eso Luz. -haciendo porras luego de haber probado un bocado de su cena-

   Justo cuando iba a hablar a Esther se le ocurrió la loca idea de decir cosas mías delante de él y ver su reacción, yo al oír tal disparate de plan sólo pude llevarme la mano a la cabeza e intentar hacerlas entrar en razón, pero había olvidado que cuando se le mete algo en la cabeza a Esther nadie se lo puede corregir. Yo sólo podía suspirar y decir para mi *Se van a llevar las tablas en la cabeza, el no me ve de esa manera ¿verdad?*, *bah! Yo ya me estoy haciendo ideas locas por culpa de Esther*.

   Mientras íbamos camino a la cabaña pensaba en lo de Andrea de hacer que los chicos también trabajarán en el bar, eso en parte no me parecía mala idea, además Selene tenía en mente hacer una noche de búsqueda de personal, pero aún no tenía respuesta de los chicos y de Wendy ni hablar.

   Luego de nuestro ejercicio y rico desayuno Esther y yo nos fuimos a seguir con las fotos y limpieza por la playa y mar, admito que jamás había estado tan cerca de una manta raya y aunque me hacía sonreír mantenía un poco la distancia, no sólo eran fotos de mi en forma sirena y entrenar con la cola, también eran fotos de flora y fauna marina.

   Esther había conseguido el permiso de carteles ambientales con nuestros trajes, la idea de Rosa era usar todo el kit, en pocas palabras maquillaje de las escamas y usar las pelucas, aunque me parecía una idea algo loca pero mientras no fuera maquillaje de ojos y tóxico para los peces aceptaría.

   Aunque Esther me animaba a que me pintará el cabello o me hiciera unos reflejos para experimentar algo nuevo en mi cabello yo accedí pensarlo, así que luego de nuestra limpieza y fotos organizamos todo y cerca de la tarde fuimos al bar, para hacer limpieza y acomodar todo para dentro de poco. Cuando ya tenía todo listo Andrea nos pasa un mensaje de que Esther y yo estaríamos en la piscina, aunque me parecía algo curioso porque cuando esto se llena se llena.

   Esther: no dudes del poder de una sirena Alteza, veras que ellas 3 con ayuda de Destino podrán hacerlo y bien. -mostrando su pulgar arriba-

   Luz: tienes razón, si lo hicieron antes de mi llegada, más ahora. -sonríe-

   Al llegar las demás Andrea al verme comenta de manera picarona que el chico misterioso había ido hoy también al restaurante y aunque yo no estaba, disfruto de el mismo menú de ayer y sólo miraba a los niños.

   Destino: yo creo que pensaba en alguien que veo ahora mismo. -sonríe de manera picara-

   Marina: Eh?, quieres decir que… pensaba en Dita, madre mía esto es un bombazo.

   Dita: ay por todos los peces marinos, sigo pensando que lo mal interpretan. -suspira-

   Miki: venga no te enojes, pero no puedes negar que es curioso.

   Luchia: además ese día bailaste tan hermoso, a más de uno de los clientes les gustó. -sonríe animada-

   Miki: oh! Hoy no me perderé ese baile de Reina sirena. -animada-

   Ya cerca de la noche teníamos el bar listo, Esther y yo estaríamos en la piscina, y las demás atenderán las mesas, abrimos y de allí Esther y yo nos fuimos, como la primera vez que entre los peces me rodearon y sólo podía sonreír, Selene al ver eso dijo en voz alegre "increíble, a los peces también le gustas" yo sólo podía negar con la cabeza y verla sonreír.

   Esther a su manera reía y apoyaba a Selene, yo decidí ignorar por ahora eso y nadar cerca de Andrea y saludar a los clientes que llegaban, Selene enseguida busco una música agradable y vi como Esther empezaba a bailar.

   No había pasado una hora y ya estaba lleno el bar, aunque todas se organizaban y los clientes sabían esperar con calma, pero algo muy curioso y emocionante a la vez paso, gracias al grito de Rosa por un susto que se había llevado vimos a los chicos que nos habían ayudado en el restaurante y al verme a mi solo pudieron gritar tanto así que casi Wendy se desmaya.

   Por alguna razón ese chico misterioso ayudó a Wendy a sentarse en las sillas y algunos chicos sólo nos podían admirar, Marcos estaba tan asombrado que pregunto muchas veces si era yo, pero siempre le pedía silencio ya que no podía decir mi nombre, entre señas le dije que luego le explicaría.

   Andrea las ayudó a calmarse y les pidió que disfrutaran del show, Esther me había tomado de las manos y hecho girar para que bailará, entre juegos bailamos y sonreímos, Selene al ver como los peces se mantenían cerca de mi y como yo jugaba con ellos sólo la hacía asombrarse aunque a su manera no descuido los clientes.

   El chico misterioso esta vez estaba en las mesas de al frente y podía admirar mejor el baile nuestro, claro que al ser sirenas debíamos ser un poco seductoras y sensuales, pero sabíamos hacer lo de manera elegante y no de forma provocativa.

   Wendy había reaccionado y sólo podía admirar nuestro baile, Esther quien había subido para tomar aire le señala a Lucía el karaoke y está con calma y animación busco una música y ánimo a los clientes a cantar y divertirse.

   Tan concentrada estaba en los peces y jugar con ellos que ignore a todos excepto a Esther con que algunas veces bailaba y jugaba con su cola.

   Pasada las 11:00 pm los clientes cantaron feliz la última canción con las chicas y como broche de oro dimos nuestro gran salto donde ellos podrían ver gracias a los drones. Todos aplaudieron felices y se fueron en calma cantando, yo por despiste quise reír y tuve que subir rápido sino tragaba agua.

   Las chicas nos ayudaron a salir y decidimos poner a secar las colas y hablar con los demás, para mi sorpresa al apenas decir "hola" un regaño me paro en seco.

   Chico misterioso: estas loca, pudiste ahogarte, deberías ser más consciente de ello señorita "Lu". -enojado-

   Dita: -asustada por su cara- ¿Lu?, pero no pasó nada, estaba cerca de la superficie igual, además no entiendo porque te enojas.

   Marina: venga calmados los dos, por suerte no pasó a mayores, igual no estaba sola allí. -risa nerviosa-

   Marcos: el tiene razón, debes tener algo más de cuidado Lu…

   Le tapó la boca en seco y le susurro que no puede decir mi nombre real en esta área, aunque el chico misterioso aún seguía furioso, pero los chicos lo apoyaban y había preocupado también a las chicas aunque sabían que estaba casi en superficie.

   Dita: de acuerdo tienes razón, fui imprudente y debí tener más cuidado, pero tu tampoco deberías ponerte así… Además, ¿Quién eres tu? –lo mira curiosa-

   Chico misterioso: creo que eso es lo menos ahora Dita…. Además ahorita tengo una curiosidad. -me mira fijo-

   Miki: es curioso ver a los peces pegados de ti, es como si te hubieran visto como uno de ellos y no como una persona disfrazada de sirena.

   Esther: lo mismo paso la primera vez en su debut, tal ves porque es la reina del mar. -sonríe y alza su dedo índice-

   Mi cara era una mezcla de "eso es ilógico mires por donde lo mires", leve enojo y un "lo que tu digas" mientras suspiraba y oía lo que decían, aunque algunas veces sonaba lindo como un cuento de hadas pero sentía que más allá de eso no había magia o algo por el estilo. Esther al ver mi cara supo en parte que estaba cansada y de manera gentil pidió dejarlo así por ahora.

   El ver su gesto y decirme gentilmente vamos a descansar sonreí por ese gesto y entendí que lo decía por mi, pero alguien interrumpió mi burbuja de estar en la cama y tomar una siesta.

   Chico misterioso: oye Dita, ¿Podemos hablar en privado?.

   Esther: bueno… creo que acá sobró. -sonríe animándome y se va-

   Luz: eh!... Marina..-veo como va donde las chicas y les pide que salgan- *eso no me ayuda Esther*.

   Chico misterioso: -ve mi gesto curioso mientras las chicas se van- oye tranquila que no te voy a hacer nada… tampoco es que sea un hombre raro.

   Luz: pues… te seré honesta, no eres raro pero no te conozco del todo para que estemos solos. -lo mira enojada-

   Chico misterioso: -me mira fijo- ¿porque estas a la defensiva?, ¿desconfías de mi o acaso es que tienes hambre y sueño?.

   Luz:- lo mira fijamente- *ha dado en el blanco, oye.. ni que fuera la diana… ¿realmente mi cara expresa eso?* Ehh! Desconfío de ti, y eso me pone así. – me pongo nerviosa-

   El sólo se ríe y me comenta que no es la prima ves que nos conocemos, me hizo preguntas de porque había dejado mi otro trabajo y porque me mudé, aún desconfiada, enojada y con hambre fui cortante y le dije que eso era asunto mío; aunque en parte me disculpe por si tal ves había conocido mi lado dulce pero tampoco quería que pensará que era una chica que contaba todo a cualquier extraño.

   El no emitió palabra alguna y escucho con atención a mi reclamo, veía como se alzaba de la silla y mientras miraba alrededor para luego verme y de allí ir a la puerta del bar y medio abrirla en tono dulce y con más misterio me dice

   Chico misterioso: oh! Otra faceta tuya que no conocía, como te pones cuando pasas mucho tiempo con hambre, me alegra saber que esa linda sirena es valiente. -sonríe en medio burla-

  Luz: -sonrojada- oye, no te burles de mi. -moviendo mis manos- *¿Quién se cree?*

   Chico misterioso: -ríe- hasta enojada eres linda, adiós Sirenita Dita… espero y nos veamos mañana, come bien. –mientras sale alza su mano y la mueve un poco de lado en señal de adiós-

   Aún enojada me movía de un lado a otro mientras me decía que le gustaba enamorar a más de una, hasta lo pesado o borde que podía ser, no sabía porque algunas veces me hacía enojar tanto. Decidí ignorar lo ocurrido de hace unos minutos y cerrar la puerta y ir donde el vestidor a refrescarme un poco, al abrir la puerta las chicas estaban pegada de la puerta atenta a todo, no sabía si reír o enojarme más.

   Selene: Uy valla fallo de pies nos ha pillado. -risa nerviosa-

   Andrea: -pegada de Selene- les dije que espiar era malo.

   Luz: mira quién habla.

   Martha: -sonríe- no nos culpes, nadie tiene la culpa de que hagan linda pareja.

   Esther: verás Luz, es cierto que estuvo mal pelar la oreja en la puerta y escuchar vuestra platica o guerra de miradas -ríe de manera pícara- pero yo creo que no es mal chico y se a comportado contigo…. Aunque quería ver tu cara cuando dio justo en la diana.

   Recordar eso me hacía sonrojar más y le explicaba que ella aunque tuviera razón no se la daría a el ya que no lo conocía bien, si es cierto que a las demás sólo las conozco de meses pero estando compartiendo más con ellas las conozco un poco mas que a él, sólo hemos hablado pocas palabras.

   No les quise contar de lo que habíamos hablado en si, a pesar de sus insistencias excluyendo a Esther y Andrea, quienes respetaron que era privado pero sin antes avisarme que si pasaba algo les avisara de ello.

   Llegamos a la cabaña y estaba más que molida y con más hambre, aunque con Esther podía controlar mi enojo, puede ser porque nuestra rutina al llegar era yo saludar y atender a mi beba y ella encender el tv para seguir con el anime o buscar uno nuevo, creo que por eso mi enojo se iba y podía esperar por la cena.

   Cenamos bastante aunque en si fue un plato ligero, unos ricos sándwiches de jamón y queso con rodajas de tomate y de bebida chocolate frío, luego de comer y mientras oía el anime nuevo de Esther llamado "full metal panic" lograban sacarme una que otra risa, mientras luego de ver a Pecosa comer me buscar para ser consentida y peinada.

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