La madre de Howl no se pudo quedar mucho tiempo debido a que el padre de él no dejaba de llamar de manera constante, así que no tuvo mas remedio que marcharse, antes de salir de la casa me repitió que depositaba su confianza en mi y que no hiciera sufrir a su hijo, le prometí que no lo haría.
Luego de eso, salimos con Rose hacia el restaurante del amigo que anteriormente menciono, era un sitio especializado en comida clásica americana, tenia muy buena pinta el sitio, además de que se podía ver desde fuera que era concurrido, ya que casi todas las mesas estaban ocupadas, sujete la mano de Howl ya que me encontraba algo nerviosa.
— Todo saldrá bien, amor— me dijo con voz suave.
— Solo sigo un poco mareada de este día — le respondí apoyándome un poco en su brazo.
— Esperemos que sea eso y no un sobrinito — bromeo Rose, casi me desmayo con eso, pero opte por solo reír.
— Se termina de morir, papá — le siguió la broma Howl.
Reímos y entramos al lugar, de inmediato sali