—¡Papá, vi a mamá en la Ciudad de las Nubes!
Melody había dejado de llorar. A tientas, sacó el teléfono de su bolsillo y buscó algunas imágenes.
Duke fue tomado por sorpresa cuando sus ojos se posaron en el rostro de la mujer.
Agarró el teléfono de inmediato y amplió la imagen. Al mirar más de cerca, pudo ver que el contorno de sus rasgos faciales era bastante familiar, y la ternura en sus ojos hizo que su corazón latiera salvajemente en su pecho.
Reprimió su alegría y lentamente preguntó:
—Mel, ¿cuándo se tomó esta foto?
—Papá, ¿no me viste a mí y a mamá abrazándonos? —Melody hizo un puchero—. Llevo la misma ropa que en esa foto. Fue tomada hoy.
Solo entonces Duke se dio cuenta de que Adina estaba abrazando a su hija en sus brazos.
Se aclaró la garganta y dijo:
—Lo siento, Mel. Me emocioné demasiado. ¿Dónde dijiste que viste a mamá?
—¡En la Ciudad de las Nubes! —Melody frunció los labios—. Mami ahora se llama Adeena y dijo que no recuerda el pasado. Debe tener amne