El coche que había atropellado a Harold el otro día era en realidad parte de un accidente planeado.

La policía y los miembros de la familia Winters lo habían buscado en la ciudad, pero el coche del conductor había caído al foso. Cuando lo descubrieron, el rigor mortis se había apoderado de él.

La policía estaba muy pendiente del caso y seguían buscando pistas.

"Mi hijo era amable y tímido. ¡Nunca iría a hacerle daño a alguien! ¡Es ella! ¡Ella le dio a mi hijo mucho dinero y le ordenó que cometiera el crimen! ¡Mi pobre hijo! ¡Murió así de fácil!".

La policía interrogó a la mujer con severidad. "Usted mencionó que la señora Daugherty fue a ver a su hijo. ¿Cuándo ocurrió exactamente y dónde fue?".

"Fue alrededor de las nueve de la noche, justo en frente de mi casa". La mujer de mediana edad se tapó la boca y lloró. "Yo no la vi, pero mi vecino la vio".

La policía miró a Adina. "¿Qué hacía usted a las nueve de la noche de aquella noche?".

Adina se rio. "Estaba hablando por teléfono