Aquella mujer no disminuia su misterio,las comisuras de sus labios parecían regodiarse en esa sonrisa demente, venían por todo, al fin y al cabo seguramente nada tenían que perder.
La hermandad tenia como plan mostrar de qué era capaz con estos ataques, que dejaban bajas solo de un lado.
—Maldita loca—se oyó decir a uno de los Lobos.
La expresión ni la incomodo o siquiera la hizo mostrar alguna emoción, simplemente se encontraba allí parada,sin moverse.
—Es cierto,ahora les toca a ustedes— exclamó, rompiendo la idea de que no hablaría ni una sola palabra.
Zeus ni se inmutó aunque si sabía a qué se refería, y es que ése había sido uno de sus pensamientos, en la lista de enemigos de ellos los habían marcado como los siguientes.
—La hermandad vive, y es éste momento el que ha esperado por años, porque el líder supremo está listo para tomar su lugar.—en un punto la mujer parecía entusiasmada y no tan irracional y ello generó un frío en el cuerpo de todos los presentes.
—¿Quién es ese líder