Kieran - Punto de vista
La cabeza del prisionero cayó hacia un lado mientras los guardias de la manada lo arrastraban a mi oficina. Su rostro estaba golpeado, pero sus ojos, agudos y alerta, demostraban que no estaba tan debilitado como fingía.
"Encadénenlo", ordené, intentando mantener la voz firme.
La ira burbujeaba bajo mi piel como aceite caliente. No debería estar ocurriendo todavía, faltaban días para la luna llena. Pero desde que encontré aquel pedazo de tela con el olor de Sienna cerca de la brecha de seguridad, mi control había empezado a resquebrajarse.
Los guardias aseguraron a Ronan Voss a la pesada silla atornillada al piso. El famoso lobo fantasma. Antiguo asesino del Sindicato. Y, si mis instintos eran correctos, un hombre que deseaba a mi posible compañera.
"Déjennos", ordené. Los guardias dudaron. "Ahora."
Cuando la puerta se cerró, empecé a rodear a Ronan lentamente. "Has causado un buen alboroto en mi territorio."
"No era mi intención." Su voz estaba tranquila, casi