L I L Y
Estoy tan asustada, quiero a Leah, a mis hermanos, a alguien que nos salve. Dejo que las lágrimas se resbalen y corro aún más rápido dentro de la mansión hacia mi habitación, acuesto a Jane en la cama y por fin limpio mis lágrimas y tomo una profunda respiración. Busco algo con lo que pueda defendernos pero no hay anda y entro en desesperación.
Me coloco de rodillas a la par de la cama y tomo la mano de Jane con fuerza. No quiero morir, de verdad no quiero pero no soy capaz de defendernos a ambas.
-Úsame y destrúyela con palabras, dijo Andrea.
-No servirá, ya ella está ida de este mundo. No le dolerá nada de lo que le