CAPITULO 30
Las enormes puertas se abrieron dando entrada a un salĂłn en la planta baja del palacio principal, en el cual habĂa toda una pared de cristal que mostraba una plena vista al hermoso jardĂn de las afueras, en el centro de dicho salĂłn habĂa una hermosa decoraciĂłn de azul rey con dorado y blanco, asĂ como bellas esculturas en cada una de sus esquinas.
HabĂa una mesa redonda y unas cĂłmodas sillas alrededor. — Es un hermoso lugar. — Comento la princesa Virginia a su compañera Loretta. — Lo es, aquĂ su majestad disfruta de la lectura algunas tarde, hoy será una de esas, quizá lo hace para no estresarse con tantos asuntos de guerra actuales.
"Nunca pensé que el fuera un hombre que le gustara la lectura, tiene una apariencia de ser más el tipo que disfruta del libertinaje sin sentido" Pensó Virginia ayudando a su compañera a acomodar y preparar el salón.
— Ten cuidado, no vayas a romper nada Virginia, serĂa problemático para las dos. — Si, lo tendrĂ©. — RespondiĂł la princesa extra