Lunes por la mañana, Perla se encuentra en su oficina y sin esperarlo ya que no avisó, ve entrar a Juan.
— ¿A que juegas? - Le pregunta de una forma desafiante.
— ¿No le enseñaron a tocar antes de entrar? Tampoco soy adivina, sea claro y no-me gri-tes.
— Hace una semana Daniel te ordenó que me tenias que dar mi 10% y al parecer no te da la gana de hacerlo, ya que te sientes dueña de esta puta empresa.
— Le informo que llegó a la oficina equivocada, debió de ir con su hermano.
— No hacia falta, por que yo escuche que le dio a usted la orden.
— Que bueno que escuchó, y repito él dijo, "investiga que todo sea legal y esté en orden", yo estoy en investigación aún.
— Te di una advertencia hace un tiempo y al parecer no fue suficiente, "sal de mi camino, intrusa"
Ella se pone de píe muy tranquila enciende el ventilador, vuelve toma asiento y lo mira a los ojos. — Yo no le tengo miedo.
— Pues debería de tener. - Él se queda mirando a Perla furioso, por su rostro de satisfacción, en