Hailey se dejó deslizar por la pared hasta quedar acurrucada, se tomó lo poco que queda en la copa de vino.
—¿me escuchaste...? perdón
Ella rogaba a Dios porque se fuera
sus palabras se oían sinceras y su voz quebrada como si se aguantará las ganas de llorar, pero ella no puede olvidar todo lo que él le hizo pero tanto le gusta que no sabe que hacer.
Mientras tanto Arturo, al otro lado de la puerta vio la sombra Hailey por debajo de la puerta entonces ella si estaba ahi escuchándolo.
—es mentiras cuando te dije que tú no podías hacer algo en mi y cuando te dije que no cocinas bien, la verdad lo haces mejor que chelsito, tu manera de cocinar dan más ganas de comer
Ella sonríe entre lágrimas.
—Hailey por favor lo siento, así solo seamos amigos o quizás no crucemos más palabras pero quiero pedirte perdón por todo lo que te dije y por lo que te e hecho
Ella tomo aire hasta que hablo y dijo.
—Arturo vete por favor
—no, no Hailey, es un nuevo año y quiero hacer las cosas bien pero contigo,