En la actualidad...
Selene estaba escuchando todo sobre la boda, pero se mantenía firme en querer algo pequeño y con pocas personas. No tenía problema con que fuera la organización de Grecia y el Sacerdocio, pero no quería a más nadie en la ceremonia. De solo pensar que llegaran más desconocidos le aterraba. No es que fuera mezquina o mala, pero casarse con Nikolas era una tarea difícil.
Más cuando Daphne se había encargado de dejar un legado de maldad en la sociedad y no sabía si todos esperaban lo mismo por su parte.
—Seríamos unas cinco mil personas —le explicaba Nikolas a la planificadora de la boda—. Necesito un lugar cómodo para que estén todos y realmente seguro.
—Eso es demasiado... —se quejó Selene, mirando al mafioso—. Quiero algo pequeño.
—Serás mi esposa y no voy a minimizar tu puesto desde el inicio —le hizo una seña a la planificadora para que saliera de su oficina—. La dueña de Grecia puede darse el lujo de hacer todo pequeño después, pero tu ingreso a mi organización