— ¿Qué está haciendo aquí señorita Lamberts? — me pregunto uno de los directivos generales cuando irrumpí en mi sala de conferencias.
— No me van a destituir de mi puesto — les señale — me lo he ganado a pulso, aunque lo herede los resultados que he dado monetariamente son grandes.
— Mariel deja de lloriquear… — la voz sarcástica de Félix se escuchó por toda la sala — tu tiempo se acabo nena, debiste retirarte cuando te lo dije — se acerco a mi tomando mi barbilla cosa que me dio asco, empuje su mano y él se burló.
— No me retirare por un escandalo que ni es subido de tono ni nada por el estilo… — inquirí.
— No, pero las múltiples acusaciones en su contra son lascivas e inaceptables — me bufe ¿Enserio? — por lo tanto, afecta la imagen de la NFL.
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