Capítulo 289
Vivian no dijo nada, pero en su mente estaba calculando qué tipo de relación había entre Leandro y Lina.

De repente, se escuchó un ruido en la ventana del coche. Lina levantó la vista y vio a Leandro, que de alguna manera ya estaba afuera del vehículo. En ese momento, el juego en su teléfono había llegado a un punto crítico. Retiró la mirada y manejó la pantalla con habilidad, derrotando rápidamente a su oponente.

Después de ver las palabras de victoria brillando en la pantalla, Lina guardó el teléfono y abrió la puerta del coche para Leandro.

—Leandro— dijo Lina con los labios apretados en una fina línea, claramente disgustada.

Leandro suavizó su expresión y preguntó:

—¿Qué pasó? ¿Por qué estás sentada en el auto jugando?

Lina encogió los hombros y frunció el ceño.

—¿Qué más podría ser? Alguien dijo que no merezco estar en la sala de reuniones, así que me dejaron afuera...

Al escuchar esto, la cara de Leandro se oscureció instantáneamente.

—Parece que no quieren colaborar con nosot
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