El escucharla decirme que es mía me calienta el corazón, estaba por hacerla mía en el sofá cuando de repente entra Lou, lo miro y me da una mirada con una seña indicándome que es urgente.
— Ve a nuestra habitación, tengo una cosa que resolver — se levanta y sale junto con Lou quien la escolta, salgo de la sala de estar una de 3 que tiene la mansión. Lou aparece y abre la puerta dejando pasar a Sarah, respiro profundo antes de pensar en que tengo que hacer con esta rubia de cuerpo tieso aunque parezca de modelo.
— Querido, ¿Por qué siento que ocultas algo? — sonrío falsamente.
— ¿Te volvió a mandar tu padre? Vaya que parece que las amenazas son sus favoritas — camino a la sala principal donde no hay televisor y es más grande que la anterior, me siento en un sofá mientras ella se sienta frente a mí cruzando sus largas