Miró su cuerpo con frustración y deseo. Por desgracia, no podía tocarla porque estaba embarazada y los médicos le prohibían mantener relaciones sexuales.
Reprimió el deseo que había empezado a agitarle. Tiró la toalla y se tumbó junto a Yuriel. Cubrió sus cuerpos con la manta y la abrazó con fuerza.
En mitad de la noche, Yuriel se despertó sintiendo su cuerpo tan caliente. Se encontró entre los brazos de Aleandro y la temperatura del hombre era cálida. Sus manos se deslizaron dentro de su vestido y le apretaron los pechos.
Yuriel sacó su mano del camisón y volvió a cerrar los ojos. Unos instantes después, la mano de él volvió a apretarle el pecho.
Yuriel volvió a apartar la mano, pero la mano de él volvió a apretarle el pecho. Yuriel se rindió y dejó que sus traviesas manos los sujetaran. No era la primera vez que el hombre la manoseaba mientras dormía.
Yuriel volvió a cerrar los ojos y se quedó dormida. En un momento, la mano de Aleandro se deslizó dentro de su ropa interior.
Ella gi