Los sentimientos de traición y el deseo de salir corriendo sin mirar atrás invadieron la vida de Ava. Desde muy pequeña todos la habían excluido de las cosas importantes y sentía que nadie la tomaba en cuenta.
—¿Por qué, por qué? —lloraba desesperada, sintiendo su corazón lastimado.
En ese momento los gemelos se acercaron y el pequeño Angelito con su inocencia secó las lágrimas de su madre y le dio un beso.
Ella no podía creer lo que estaba sucediendo y sus lágrimas cesaron, pues no estaba tan sola como lo pensaba.
—Ustedes son lo más importante que tengo en la vida.
Ella los abrazos e inició a hacerle cosquillas y ellos no podían parar de jugar y disfrutar tiempo de calidad con su madre. Verlos jugar y con salud para ella lo era todo.
—Nos vamos a ir lejos, solo los tres ¿Quiere que lo hagamos precioso?
El pequeño la observó y la pequeña empezó a balbucear —¡Papá! ¡Papá!
¿Cómo debía tomar su inocencia? ¿Acaso el destino solo le recordaba que eran una familia? Era cierto que había enc