Capítulo veintiuno.

Una sensación de incomodidad me embarga en mí espalda en estos momentos. Siento un peso enorme en ésta y sin tener aún mis cinco sentidos al cien por cien.. se quién es el dueño de dicho peso.

Muchas veces leía que era gratificante el despertar al lado de la persona que amas, que te embarga una comodidad alucinante. Pero ese no es mí caso ahorita, gente. No digo que siempre sea así, por qué aveces amanecía que no me quería levantar, preferiría estar toda la vida acostada con Kyle, pero solo eso lo deseaba cuando yo amanecía encima de él. (Y no piensen mal, pervertidas)

-Kyle, muévete.- gruño adolorida y él emite un quejido.

No sé por qué mierda se queja si soy yo quien está soportando todo su peso encima. Y no es que el Alpha aquí, pese como una pluma precisamente.

Finalmente se quita de mí espalda y siento como me vuelve el alma, (más bien el aire) al cuerpo. Me toma de la cintura con sus manos y me pone encima de él. Su piel con la mía, al hacer contacto.. me despierta de la nube en la que me encontraba, dándome de lleno la realidad de que estamos desnudos y que cuando Kyle nos movió, la sábana que nos cubría se rodó, descubriéndonos hasta la cintura.

El sujeto llamado Kyle, no se conformó con una sola vez, anoche hubo segundo round y por eso nuestra desnudez.

Mis senos están aplastados contra su firme torso.

-Kyle...- lo llamo al recordar algo.

-¿Umm?- de queja.

Ay pero que señor.

-¿No tenías que revisar las fronteras hoy?- pregunto.

Si, eso fue lo que recordé.

-No, Samuel dijo que lo haría.- esa voz ronca..

En ese caso..

Empiezo a removerme encima de él, tratando de encontrar la posición perfecta, pero sigo inconforme.

-Deja de moverte y duermete, amor.- se queja.

Pues estoy encima de él y me muevo mucho. Debo de parecer desconsiderada, él cansado y yo no le dejo dormir.

Finalmente me quedo quieta, y cuando siento que ya por fin me voy a volver a quedar dormida, se escuchan estruendosamente sirenas de lo que creo son alarmas. Kyle inmediatamente se levanta haciéndome a un lado. Se para y empieza a colocarse unos pantalones cuando tocan la puerta. Inmediatamente me cubro con la manta, y cuando Kyle nota mí incomodidad, se para al frente mío, en posición de alerta y a la vez cubriéndome. Todo esto mientras se pone un pantalón de vestir y zapatos. 

Tan considerado.

¡Rose, concéntrate!

-¡¿Quien?!- grita, para que quien esté del otro lado escuche.

-Soy yo, Alpha.- le responden y reconozco que se trata de Samuel.

-Vístete Rose. Rápido.

Pide y haciéndole caso, me levanto y me quito una sábana de tela que tenía, reemplazándola a unos shorts de mezclilla, más un camisón de Kyle y unos zapatos cualquiera. Tengo un nuevo récord en vestirme rápido.

Kyle verifica que ya esté lista y yo asiento.

-Pasa.- le dice a Sam.

Éste abre la puerta bruscamente.- Están atacando a la manada, Alpha. Se trata de el Alpha Kilian.

¿Alpha Kilian?, ¿Por qué otro Alpha querría atacarnos?, ¿No se supone que hay acuerdos de paz?

Si, me leí todo eso.

Kyle me mira preocupado, pero sé que no es por ese Alpha, sino por qué yo pueda salir lastimada, luego mira a Sam decidido.

-Encárgate de que mí Luna llegue al refugio, luego te quedas ahí vigilando que nada ni nadie entre. Proteje ese lugar a toda costa.- pide Kyle.

-Pero Kyle, tengo y necesito luchar a tu lado...- replica pero mí Alpha lo interrumpe.

-Solo en ti confío, solo tú eres el único a quien puedo poner a mí Luna a cargo, confiando de que nada le pasará. Te lo pido como amigo.

Cuando Kyle termina de hablar, noto sorpresa en el rostro de Sam. Por lo que sé, Kyle no es de los que pide favores ni nada. Le entiendo.

-Y confíe, alpha.- saca pecho, orgulloso.

-Por favor, no te separes de Samuel, y quédate dentro del refugio.- dice Kyle una vez se acerca a mí y toma mí rostro entre sus manos.

Yo solo asiento en respuesta. Él besa mí frente y me pide que tome la mano de Sam. Por su mirada sé que se está conteniendo a no pegarle a éste por tocarme.

Nuestro contacto de miradas se acaba cuando Samuel jala de mí mano hacia afuera de la habitación y rápidamente bajamos las escaleras para luego salir por la puerta del patio y correr hasta dar justo a la entrada del bosque.

Escucho como Samuel pronuncia unas palabras y como por arte de magia, (aunque en realidad así es), un hueco en el suelo aparece, como un sótano. Sin despedidas ni nada, me empuja levemente hacia adentro una vez abre la puerta, y cuando entro, éste cierra la puerta y escucho como le pasa seguro.

Me adentro más al lugar, y doy con una especie de túnel, que me conduce hacía algo así como una sala. Ésta, está llena de personas, y noto que son puras mujeres, ancianos y niños.

Rápidamente busco a Rita con la mirada. Cuando la encuentro, corro hacia ella y sin que se lo espere, la abrazo.. sobresaltándola.

-Oh por la diosa, mí niña. Pensé que te había pasado algo.- corresponde a mí abrazo.

-Aquí estoy Rita. Explícame que pasa, por favor.

-Se trata del Alpha Kilian, de moon night.

-Así escuché, ¿Por qué ese Alpha ataca nuestra manada? Si se supone que hay tratado de paz.

-No con esa manada, Rose.

-¿Por qué? Explícamelo. - ruego.

Ella suspira y parece pensarlo.

-Kyle y Kilian no han tenido una buena relación que digamos. Sucedió hace años pero parece ser una herida que no ha cicatrizado.

Dios mio, quien sabe que habrá pasado.

(...)

"Kyle Pov's"

No puede ser. ¡Joder, que no!

¿Cómo se atreve Kilian a venir a MÍ manada a interrumpir mí tranquilidad con MÍ mujer?, ¿Acaso quiere morir hoy?

-Explícame bien que hace ese sujeto aquí.- le digo en un gruñido a Maikel, un guardia principal.

-Dijo que solicita de tu presencia. Solo eso.

¿Enserio?, ¿Para que quiere verme la cara?

-Pues démosle lo que quiere.

Veo duda en su mirada pero no dice nada y yo tampoco. 

Salgo de la mansión y llego al centro de mí manada. Ahí se encuentra la porquería esa y su gente.

-¡¿Cómo osas entrar a mis territorios como perro por tu casa?!- le exijo en una pregunta gritada.

Él ríe. Será marica.

-Que bonita manera de recibirme, amigo. -hace énfasis.

-Yo no soy tu amigo, maldita escoria.- escupo.

-Mira; seré claro y directo. Quiero a tu luna, ahora.

¡¿Acaso está loco?!

No.

¡¿Acaso quiere morir?!

Ahora quien ríe soy yo.

-¿Y que dijiste?, ¿Que accedería? No seas iluso y lárgate de una buena vez, arruinas las buenas vibras de mí manada.

-Ahora que tienes a tu luna, pues.. quiero tomarla y hacerla mí mujer. Tu me quitaste a la mía, y yo te quitaré a la tuya.

Así que de eso se trata.

-Mira, escoria. Yo no te quité a nadie.

«Y si te refieres a Lydia... Ella ni siquiera te amaba, y ni era tu mate. No voy a exponer a mí manada ni a mí mujer por algo personal entre los dos, algo que aún tú no superas.»

Veo como su máscara de sarcasmo y cinismo cae, dando paso a una de furia total.

-Me sabe a mierda lo que digas, sabes que no descansaré hasta tener a la pequeña humana conmigo. Te destruiré y te haré pasar la misma agonía por la que yo pasé.

No puedo creer que por algo como lo de Lydia esté aquí tocándome las pelotas. 

-Mejor vete en paz, y evitemos que gente muera el día de hoy.

-¡No!, Quiero que la humana venga a dar la paz que mí manada necesita, así que debes saber qué si me voy ahora, seguiré intentando.

Joder.

Me fastidian las personas así. Ni loco le voy a dar a mí mujer solo por un capricho suyo. 

Creo que Kobu haría un desastre si se llegase a dar cuenta de que le falta Rose. Y creo que no sería el único.

A la final Kilian se dió por vencido y se retiró. Al principio iba a dejar a un "vigilante", ¿Pero que creen? Si él lo dejaba era seguro que luego yo me desharía de él. Así que mejor se lo llevó.

Luego de eso decidimos dar una ronda a toda la manada y sus afueras, antes de poder abrir el refugio, no sacaría a nadie de allí hasta asegurarme de que nadie de su gente estuviese rondando. Cuando ya estaba todo seguro, decidí ir a por mí dama.

Llego al lugar y pido a Samuel que recite las palabras y la puerta se abre. Es algo así como un ritual que una bruja hizo, para que nuestro refugio quedase secreto, y que sea donde sea que se reciten las palabras, la puerta aparecerá. También solo funciona solo con los de mí manada, es algo así como si reconociera su olor. Haré que Rose se aprenda esas palabra, aunque estén en otro idioma.

-¡Kyle!- escucho cuando grita, haciendo que rápidamente mire hacia donde provino su voz.

Cuando doy con ella, veo que viene corriendo hacia mí, y yo instintivamente abro mis brazos para recibirla.

-¿Estás bien?- me pregunta cuando se separa.

-Sí, estoy bien. ¿Tú estás bien?

Apesar de que sé que estuvo todo el tiempo en el refugio, no puedo evitar preguntar.

-Sí, estoy bien. Entremos a la casa.- pide y yo asiento en respuesta.

Lamo mis labios, que de repente se encuentran secos y procedo a lavantarla en brazos. Ella chilla, ríe y pide que la baje, pero solo niego como un niño.

Solo ella me hace sacar mí faceta más cursi e idiota.

[•••]

¡Gracias por leer!

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