Capítulo veintidós.


-¿No me vas a decir?- le pregunto cómo por décima vez a Kyle, pero el muy cabezón se hace el loco.

Quiero saber quién es esa tal Lydia, y que tiene que ver con Kyle.

No se confundan.. no son celos, solo quiero saber por qué es muy feo que todos sepan de algo y tu no. Y más cuando eres la luna de una manada.

-Kyle...- joder, me va a hacer enojar.

Escucho que emite un sonido, "Hummm", pero sigue con su cabeza undida en mí vientre. Me tiene sentada en el mesón de la cocina con él entre mis piernas. Pero estoy que le meto un golpe.

-Quiero saber, ¿O tengo que esperar a enterarme por alguien más?, ¿Por qué no me quieres decir?- me ofende que no confíe en mí.

-Ese es un tema sin relevancia. No tienes por qué saberlo.- su voz sale amortiguada.

-Si tengo y quiero. Por favor, me parece indignante que tenga que rogarte para que me cuentes algo, siendo que se supone.. hay confianza entre nosotros.

Por fin saca su cabezota de ahí y me mira enojado.

-Pues te seguirá pareciendo así. No voy a decirte nada y que no se hable más del tema. Es una orden.- sentencia.

Oh, no.

Él le puede dar órdenes y hablarle así a quien se le de la maldita gana, pero a mí no. No se lo permito.

Es hora de aplicar lo que he aprendido de las princesas de Disney. Todo trama y hacerme la victima hasta que le dé la gana de hablar.

-Bueno, como quieras. Luego cuando yo no quiera contarte algo, no te vayas a poner modo bestia. Con permiso, alpha.- hago énfasis en la última palabra y veo que la sonrisa que le salió cuando empecé a hablar, cae.

¡Ja!, Cae como mí cara de la vergüenza la vez que me caí en la calle.

Sé que odia que le trate de "usted" o de "Alpha", Aunque aveces lo hago pero en tono normal.

Quito sus manos de mis piernas y lo empujo para que me dé vía. Me bajo de un salto del mesón, y prendo marcha hacia la salida de la cocina. Siento como intenta tomar mí brazo pero lo aparto rápidamente y termino saliendo hacia el frente de la mansión. Hay un parque a unos cuantos minutos y por lo general ahí acostumbran a jugar los niños.

Salgo como toda una empoderada, dejando solo a Kyle. Chúpate esa, bestia inmunda.

(...)

Ya va siendo la hora del almuerzo, así que me regreso a la mansión.

Estoy nerviosa.

Obviamente tengo que sentarme en el comedor con Samuel, Theodore, Dani y... Kyle. La tensión e incomodidad va a ser terrible, por qué es obvio que aún no le voy a hablar a ese Alpha gruñón. ¡Pero no me importa! Que se aguante.

Entro a la casa e inmediatamente me dirijo hacia la cocina, tengo un hambre... que me comería hasta a Kyle bañado en salsa, y no.. no es canibalismo.

¡Hablando del rey de Roma!, Él papasito con el que ahorita me encuentro enojada, está recostado en el marco de la cocina de brazos cruzados. Seguro esperándome.

Paso por su lado ignorándolo. Escucho como me llama por lo bajo pero ni le hago caso. Desde aquí se escuchan sus gruñidos y todo, pero por mí puede hacer todo el berrinche que quiera.

Sé que se preguntarán qué por qué hago tanto drama por eso. Pero es que entiéndanme amores, Kyle es un tipo difícil de manejar, y si él caso hubiese sido al contrario, y que yo fuese quien habló sobre un chico que no sea él o Dan... Se que haría de todo por qué yo le dijera, y yo terminaría cediendo, por qué Kyle no se rinde y siempre se sale con la suya. Es decir, que él si tiene derecho a saber todo y a enojarse si hubiera sido al contrario.

Finalmente entro al comedor y veo a los chicos ya sentados y hablando hasta que notan mí presencia. Me sonríen y yo igual a ellos, tomo mí lugar correspondiente y me siento. Al rato siento que Kyle se sienta a mí lado e intenta tomar mí mano pero la retiro. Éste gesto no pasa desapercibido por los muchachos, así tornando el ambiente incómodo.

Cómo con suma tranquilidad y lentitud. Los chicos terminan antes y se retiran, pero sé que es por qué no soportan el lugar en éstos momentos o por qué de seguro Kyle les dió una mirada para que se fueran y así poder reprenderme en paz.

-¿Vas a seguir?- pregunta.

-¿A seguir con que?- respondo con otra pregunta, pero por qué se lo mucho que lo cabrea.

Me hago la tonta y ni si quiera le miro cuando le hablo.

-Vamos Rose, sabes de qué hablo.

-Que yo sepa, usted dió la orden de que no se hablara más del tema. Solo cumplo órdenes.- estoy que me río, pero me esfuerzo por ponerme seria.

Él da un golpe en la mesa, no me sobresalto ni nada... Ya lo venía venir. Cuando no se le da lo que quiere, hace éste tipo de cosas. 

-Rose...- va a empezar a gritar pero lo interrumpo.

-¡Oh, no! Deja de hablarme como si fuera cualquier persona, estás muy equivocado si crees que lo voy a volver a permitir. Te portas como un gruñón y quieres imponer tu ley sobre mí. Cuando quieras hablar conmigo y contarme las cosas; búscame.

Me paro de ahí toda enojada y me voy hacia el jardín. Cuando llego, voy hacia el invernadero y me siento en una especie de columpio que ahí hay, quiero reflexionar un poco las cosas y tratar de calmarme. 

Yo no soy así, jamás he actuado de esa manera tan gritona e impulsiva, pero es que la situación pudo más que yo. Repito; si fuera todo lo contrario y fuera yo quien le ocultara cosas, seguro y se pondría furioso e intentaría a como de lugar sacarme información, pero como soy yo.. tengo que aguantar.

Nuestra primera discusión.

Rayos, si. Y lo peor es que es por algo de desconfianza, por qué si no me quiere contar algo es por qué no confía en mí, y eso me lastima. Siempre pensé que nuestra primera pelea se basaría en que lado de la cama escogeremos, o quien dejó la ropa tirada en el baño... más no por ésto. Me siento tan indignada y desilusionada.

Me quedo unas horas más sentada ahí, pensando en todo y a la vez en nada. La verdad es que no quiero entrar y ver su cara preciosa enojada, por qué se que ha de estar enojadísimo.

Me decido levantar e ir directamente al comedor, hace rato vino una de las chicas que acompaña a Rita en la cocina a avisarme que mandó a decir Kyle que ya era hora de cenar. Cuando llego, me siento y como en silencio, ésta vez no nos acompañan los chicos, y hasta les entiendo, ¿Quien quiere comer en éste ambiente?

Para cuando termino, ni siquiera hemos cruzado palabras, una que otra mirada pero nada más. Me levanto igual, sin decir nada y me voy a tomar una ducha. Veo que él se va a la dirección de su despacho.

Llego a la habitación y me dirijo inmediatamente al baño a tomar una ducha, me lavo los dientes y salgo ya con la pijama puesta. Kyle aún no está en la habitación.

Abro la sábana que cubre mí parte y me meto a la cama. A los minutos que siento que ya me voy quedando dormida, noto un peso a mí lado, su brazo roza con el mío y está frío, lo que significa que acaba de bañarse y ni cuenta me había dado. Siento movimiento, creo que se está tapando con las sábanas. Luego siento como me rodea con su brazo por mí cintura pero solo ese acto me hace recordar lo enojada que estoy, aunque sinceramente el enojo ya se me pasó, más bien me siento decepcionada.

Suavemente retiro su brazo de mí cintura, pero él vuelve a ponerlo.. pero yo vuelvo a quitarlo, ésta vez con más brusquedad.

-Rose.. quiero abrazarte.- pide pero yo me hago la sorda.

Quiero ver si se atreve a ordenarme que me deje abrazar.

Vuelve a intentar y ahí es cuando me harto.

-Si no dejas de molestar, me temo que tendré que irme a dormir a otro lado.- le digo y él se queda callado.

Siento como empieza a removerse a mí lado, y cada vez aumenta la fuerza y velocidad con que lo hace. Me volteo al cabo de un tiempo a ver que le pasa. Él se da cuenta y se gira quedando de lado, así.. mirándonos frente a frente.

-Déjame abrazarte... de lo contrario no podré dormir tranquilo. Me sentiré incómodo e incompleto si no lo hago.- dice luego de dar una patada en la cama, frustrado.

Yo me quedo callada solo mirándolo.

-Mi luna... Kobu no deja de removerse en mí interior reclamando tu toque y cercanía. Te contaré todo si quieres, pero por favor... - vuelve a hablar.

¡Parece un niño! Debo admitir que me ha conmovido, pero no quiero que se sienta obligado a contarme algo.

-No, -susurro por fin, y obtengo toda su atención.- No quiero saber a menos que tú me lo quieras contar. No quiero que me cuentes las cosas si no quieres.

Él se me queda mirando en silencio y yo decido acercarme y abrazarlo. Él rápidamente se acomoda quedando boca arriba y me acomoda encima suyo, luego me rodea con un brazo y con el otro brinda caricias en mí cabello. Siento un beso en mí cabeza y entre sus brazos por fin me quedo dormida. 

Te amo, idiota cabezón. Ya tendré tiempo de enojarme con él después.

(...)

Siento que alguien se remueve debajo de mí, lo que significa que Kyle ya está despierto. Me estiro un poco y con mí mano restriego mí rostro, para quitar rastro de sueño.

-Buen día.- saluda sin mirarme. Por su cara fresca noto y me doy cuenta de que está despierto hace rato.

-Buen día.- me da un beso en mí cuello y luego si me mira.- ¿Hace cuanto estás despierto?

-Hace como media hora. - me sonríe, pero ésta no dura mucho.- ¿Sigues enojada conmigo?

Yo sonrío más.

-No, ya no.- me tomo mí tiempo para contestar.

Él se me queda mirando y luego sonríe. Me abraza fuerte y nos voltea, quedando abajo yo. Entierra su cabeza en mí cuello y empieza a oler y dar besos.

-No te vuelvas a enojar conmigo y mucho menos a ignorarme. Eso le hace daño al niño.- sigue metido.

¡¿Que?!, ¿Cual niño? ¿Acaso estoy embarazada y no sabía?

-¿Que niño, Kyle?- pregunto asustada.

Él me mira raro, cuando saca su cabeza de mí cuello, -¿Cómo que "cual niño"?, Pues obvio que yo.

Suspiro aliviada. Jesús, que susto me dió.

No es que no quiera tener hijos, pero siento que aún no estoy preparada para ello.

Él parece entender y se ríe.

-Tranquila, mientras hacemos lo de la procreación de nuestros hijos.. yo seguiré siendo tu niño. ¿Cierto?- me hace trompita.

-Cierto.- confirmo y beso su trompita.

Pedí a un hombre, y me mandaron a un niño. Pero no me importa, igual es solo mío.

[•••]

Jelou.

¡Gracias, gracias!

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo