Sarah
Al medio día salimos rumbo a la montaña en auto, aunque era necesario para llegar a nuestro destino, no me emocionaba un espacio aún más pequeño. Quería libertad,
No pude evitar fruncir la nariz nada más ver el auto, a mi loba y a mi no nos emocionaba un paseo en auto, que iba a hacer, sacar la cabeza por la ventana.
Será solo un momento- Me dijo Nicolás con una sonrisa brillante, - anda quita esa cara- me dijo mientras señalaba mi frente fruncida. No pude evitar sonreír, mientras Hanna suspiraba en mi mente con resignación. hubiéramos preferido correr a la montaña.
Me senté en el asiento del copiloto frustrada, había decidido mirar por la ventana y apreciar la vista. Poco a poco mi humor fue mejorando a medida que las casas quedaban atrás. Pude oír el sonido de las aves, oler un arroyo cercano, el aroma de los árboles cargado de notas de pino, de roble y abedul. Los rayos de sol que calentaban mi piel, el aire que pasaba entre mi cabello, me daba una breve sensación d