Capítulo 17. Ya no más
DANIELA
Entre lágrimas, limpio el desorden que causó Liam, tratando de no lastimar mi mano herida. Después de recoger los vidrios y ordenar la cocina voy a mi habitación y me recuesto en la cama, recapitulando una y otra vez lo que acaba de pasar, intentando descifrar por qué él actúo de esa manera.
Conozco mejor que nadie su temperamento, su crueldad, de la cual por años fui víctima, pero; en todos esos años, jamás lo observé ser injusto con nadie más.
Considero a Liam un hombre por demás inteligente y, la agresividad que mostró esta noche con esa pobre anciana, debe tener alguna razón, algún motivo que desconozco. Me niego a creer que todo lo que hizo solo se debe a mi imprudencia al dejarla entrar a la casa. Además, ¿cómo se enteró de eso?
Mi mano punza por el dolor que produce la herida, pero más que eso, porque es un recordatorio de los alcances que puede llegar a tener Liam.
Escucho cuando llega Azul y entra a la casa, toca la puerta de mi recámara y al no recibir respuesta, ab