Sonrío sintiendo cada patada de mis cinco bebés mientras cuento las semanas para poder tener a mis bebés en mis brazos. Pero, cuando estoy por olvidar donde me encuentro y porque estoy aquí, comienzan a dispararnos.
De inmediato, el auto donde esta Carlos, se gira y comienza a disparar al igual que los demás detrás de él sirviéndome como la defensa que responde al ataque y también actúa como escudo impidiendo que nos toque impacte alguna bala.
Desde mi lugar, observo como todo pasa como en una película de la que soy parte solo por verla a través de una pantalla. Porque, aunque todo era demasiado violento y real, tenía a más de diez autos rodeándome al punto que poco era lo que veía de los autos que intentaban acercarse a nosotros.
— Estoy por dormirme del aburrimiento. — digo mirando mi arma en mi mano derecha.
— Debemos esperar, señora. Es por su seguridad y la de los bebés. — dice uno de los chicos que están en los asientos delanteros.
— Es tan molesto. — susurro cuando se dejan de