La mujer, tan idéntica a mí, intenta pegarse más a la pared, como si eso la ayudara a escapar y yo miro fijamente a sus ojos. Era realmente mi hermana, no había forma de que fuera alguien más fingiendo ser ella, entonces, ¿Por qué había tomado a mi hijo?
— Gabriela. — la llamo y ella solo arrulla a mi hijo.— Charlotte… no te acerques mucho, puede ser un engaño.— Por mucho que sean buenos en la transformación, dudo que alguien sea capaz de imitar visualmente a un bebé, imitar también a mi hijo al punto de que mi conexión no note que es un engaño, es imposible.— Aun así…— Gabriela. — vuelvo a llamar a mi hermana, pero, ella no responde.— Ella…— Déjenme en paz, solo quiero ser feliz con mi hijo, ¿no pueden comprender ello? — pregunta Gabriela y yo s